¡Cecilio Domínguez y Fernando Gaibor pegaron muy buen onda
en seguida y el paraguayo ya empezó con las bromas!
Por vivir en el mismo barrio, por llegar juntos al
entrenamiento, por ser extranjeros en un país tan particular como Argentina,
por tener calidad y la necesidad de demostrarla, Cecilio Domínguez y Fernando
Gaibor se hicieron rápidamente amigos.
El paraguayo es tan atrevido adentro de la cancha como
afuera. Un pícaro, repleto de buen ánimo, según explican sus compañeros luego
de cada entrenamiento, concentración o partido. ¡Y ya empezó a volverlos locos
a los demás, en especial al 10!
En una broma típica de estos tiempos, Cecilio gambeteó al
ecuatoriano, haciéndolo posar como si fuera una foto, cuando en realidad lo
estaba filmando. De fondo, un Nicolás Domingo desconcertado. ¡Las victorias
traen buen ánimo; que sigan así!
Fuente Infierno Rojo
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