Por Nicolás Rubinetti
Independiente llega a otro año más sin pelear el torneo
(copa, como quieran llamarlo) local, ya pasaron varios campeonatos donde se lo
vio por última vez como candidato o que perfilaba para salir campeón.
Nuevamente se termina una nueva edición o ilusión que seguramente tenemos todos
cada vez que se juega la primera fecha con la camiseta roja que tanto nos
encanta. Este partido del sábado a las 16:30 hs es una demostración de que el
rival viene a jugarse todo contra un equipo que solamente piensa en lo que
puede pasar dentro de unas semanas por la copa sudamericana.
Un equipo que solo gano dos veces y empato mucho contra
rivales de menor jerarquía, siempre y cuando vemos sus instalaciones, sus
salarios o simplemente el nombre que llevan en su dorsal. Se podría decir que
fue un torneo de perros, pero no quiero caerle a los jugadores y al director
tecnico. Sabemos los errores que hubo en cada partido, que se pudo hacer algo
mejor que de lo que se vio en los encuentros, desde un centro o terminar la
jugada, es futbol y a veces las cosas no salen como queremos y como nos
inculcaron porque acá en Independiente salir segundo o perder es un fracaso
siempre.
Los perros lamentablemente están arriba de todo, manejan
desde lo institucional hasta lo económico, como otras ramas del club. Tienen el
privilegio de manejar el club más ganador de América y demostraron que no lo
saben hacer. Tampoco se hace una crítica y buscan ayuda de personas
capacitadas, siempre el problema es el pasado o antes estábamos peor… Creo que
en mi opinión lo último que queremos es pensar en el pasado en un club donde
siempre se fue al frente donde sea y en cualquier parte del mundo.
Cuando digo que son unos perros me refiero a todo, quedo reflejado
en estos cinco meses del año 2022, que los hinchas están divididos, que tenemos
tres facciones de barras, donde siempre es una incógnita cuando se van a
unificar para no decir matar en el estadio. Las redes sociales también son un
reflejo de lo perros que son algunos y ahí pongo a todos en la misma bolsa,
desde los que no aceptan la crítica y los que hablan por hablar y nunca se
presentaron en ninguna marcha a favor de las elecciones o de una respuesta del
oficialismo.
Hoy no hace falta dar nombres de nadie, todos sabemos
quiénes son los perros y mencionarlos es alimentar el ego de muchos que ya
tienen demasiado, pero quieren más a costa de un club que está a la deriva en
lo económico, institucional y que lo refleja en cada partido que juega,
mientras que nosotros nos la agarramos con el más joven o el que tiene pocos
partidos en primera. No defiendo a los jugadores, solo trato de comprender como
llego a estar en ese lugar y después me acuerdo que estamos inhibidos y ni siquiera
podemos traer un refuerzo que juega en otra categoría.
Estos días se dio a conocer la salida del presidente de San
Lorenzo, graves protestas en Velez, mientras tanto en Independiente el hincha
sigue durmiendo, sin explotar como debería luego de grandes fracasos, compras
malas y mentiras como el techo del estadio.
Tuvieron todo para que el equipo despierte en el 2018 y
vuelva a ser partícipe de la competición donde más brilló y de la cual es el
máximo ganador, pero no pudieron ni siquiera pelear el torneo.
Son unos perros, pero tienen tiempo para sentar cabeza y
hacer lo mejor para este Independiente antes de que lleguen las hienas y sigan
haciendo más desastres, en un club donde el que más sufre es el socio, socia e
hincha común.
Fuente La Visera
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