Cómo fue el "apriete". Qué le exigieron. La
amenaza a su familia y la denuncia ante la Justicia
(Getty)
Por Gustavo Grabia
El primer episodio ocurrió el 30 de enero de este año en Mar
del Plata. A sólo 30 días de su asunción como técnico de Independiente, Ariel
Holan supo quién mandaba en el club: Pablo Álvarez, el tristemente famoso
Bebote.
Ante la impunidad que dan las cámaras de televisión que
esperaban por la palabra del técnico antes del clásico con Racing, Bebote
ingresó al hotel donde concentraba el equipo sin que la seguridad del plantel
ni la Policía lo impidieran, subió hasta el cuarto piso, tocó la puerta de la
habitación del DT y de maneras poco sutiles lo habría invitado a colaborar con
la financiación de la barra. Holan se negó y Álvarez habría prometido que
tendría nuevas visitas. Con miedo, el por entonces flamante técnico del Rojo
habló con la dirigencia que minimizó el hecho aun cuando se produjo de oficio
una denuncia judicial en La Feliz, realizada por la Aprevide y nunca ratificada
por el técnico.
Integrantes de la barra de Independiente
El segundo episodio fue en el exterior, el 29 de mayo, e
involucró un movimiento diplomático. Independiente se jugaba en Perú su pase a
la segunda ronda de la Copa Sudamericana y un día antes del encuentro seis
barras encabezados otra vez por el inefable Bebote fueron hasta el hotel y
habrían repetido el pedido, esta vez en un tono aún más elevado. El escándalo
habría producido que el consulado argentino tuviera que pedir refuerzos
policiales ante la amenaza de volver al día siguiente a buscar "dinero
para los pibes". Otra vez el cuerpo técnico decidió, por temor, no hacer
la denuncia.
Mientras el equipo seguía ganando en la cancha, en las
tribunas y en los escritorios del club el clima se enrarecía. Álvarez, que en
el Rojo se mueve como pez en el agua, había demostrado su poder en otras
oportunidades: bajo la presidencia de Hugo Moyano despidió el año con su tropa
con asado y partido incluido en el Libertadores de América, logró que el día de
su cumpleaños el cartel electrónico del estadio le deseara felicidades y hasta
estuvo presente en la cena de gala a beneficio del club en La Rural, donde el
cubierto costaba 10.000 pesos. Esta exposición le generó la antipatía del
sindicalista pero no de otros familiares y miembros de comisión directiva que siguen
dándole cuotas de poder en la institución.
Bebote Álvarez
Pero ahora parece que le soltaron la mano: la propia
libertad de Bebote pende de un hilo después de un tercer y tremendo
"apriete" que el jueves habría realizado sobre el técnico a la salida
de la práctica matutina en el predio de Villa Domínico.
Según consta en la denuncia judicial ingresada en la fiscalía general de Lomas de Zamora, a las 13:30 Holan se fue de la práctica en un Ford Focus blanco que manejaba su ayudante de campo Javier Telechea. A menos de 70 metros fue interceptado por un auto donde había cuatro barras que tenían además una moto de acompañamiento. Desde allí, y todo según la denuncia judicial, bajó Bebote Álvarez y obligó al DT a pasarse al asiento trasero donde iban a compartir un viaje de terror.
Según consta en la denuncia judicial ingresada en la fiscalía general de Lomas de Zamora, a las 13:30 Holan se fue de la práctica en un Ford Focus blanco que manejaba su ayudante de campo Javier Telechea. A menos de 70 metros fue interceptado por un auto donde había cuatro barras que tenían además una moto de acompañamiento. Desde allí, y todo según la denuncia judicial, bajó Bebote Álvarez y obligó al DT a pasarse al asiento trasero donde iban a compartir un viaje de terror.
Tomaron el acceso sudeste y durante los siguientes 10
minutos el jefe de la barra de Los Diablos Rojos le habría hecho saber de la
conveniencia de entregarle a los dueños del paravalanchas una suma importante
(en la denuncia no se detalla, aunque desde la Aprevide se habla de 50.000
dólares) para garantizar apoyo y paz social. Caso contrario, habría
consecuencias que se extenderían a sus familiares cercanos. "Todos los
técnicos acá aportaron lo suyo, vos no vas a ser la excepción", habrían
sido las palabras de Álvarez a Holan según el escrito ingresado en Tribunales.
Ante esta situación y después de esos largos 20 minutos, el
auto se detuvo en la calle Manuel Beriguistain, a pocas cuadras del club El
Progeso de Avellaneda y Holan volvió a quedar solo con su colaborador. Allí se
comunicaron con la dirigencia que no habría ofrecido una respuesta rápida,
acorde a lo esperado. Por eso, este mediodía se aceleraron los tiempos y tomó
intervención el titular de la Aprevide, Juan Manuel Lugones, que habló con el
DT quien esta vez sí tendría intención de ratificar la denuncia, en caso de que
la Justicia lo cite como damnificado.
Juan Manuel Lugones, titular del Aprevide, ya presentó la
denuncia
Ante esto, Lugones presentó el escrito pero no en los
tribunales de Avellaneda, donde se sospecha que Bebote podría tener influencia
gracias a sus supuestos buenos oficios con la Policía y la Intendencia, sino en
Lomas de Zamora.
En principio, la causa sería caratulada como amenazas
agravadas para obligar a otro a hacer algo contra su voluntad, artículo 149 bis
del Código Penal, que tiene penas de hasta cuatro años de cárcel, es decir,
contempla la posibilidad de prisión efectiva. Por eso, si la Justicia avanza,
Bebote podría terminar tras las rejas. Para eso serán claves las imágenes ya
solicitadas de las cámaras de seguridad instaladas en el Acceso Sudeste. Y la
ratificación de Holan, claro, que diez meses después de arribar a Independiente,
entendió que los barras suelen cumplir con sus amenazas.
Fuente Play Fútbol Infobae
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