Por Lucas Campos
Bondi. 324, ramal 9, Bernal. 6.50 el boleto hasta Don Bosco,
mi pago. El parcial de historia ya me lo había sacado del hombro y solamente
restaba esperar hasta la noche para sacarme a Olimpo de encima. Un equipo
pegajoso en una cancha que da bronca. Mientras tanto, el colectivero, de unas
cinco décadas, entonaba, con la Mega, un tema que escribió Miguel Cantilo.
La hora llegó e Independiente levantó las manos al cielo de
Bahía. Para el que ha marcado las barajas, me acuerdo que decía el tema este.
Las barajas se ve que las había marcado Olimpo, que lo hacía revolcar a
Amorebieta para todos lados. En 10 minutos, el huracán Irma se venía contra la
defensa de un Rojo demasiado pasivo.
En uno de esos coletazos que pega el Diablo, Fernández,
cuando no pasaba ni siquiera el tiempo, se dio vuelta y de zurda salió a bailar
con el grito de gol empachado. Independiente se ponía arriba en medio de un
desastre organizado, diría Cantilo.
En el complemento, todo parecía despachado. El parcial, el
bondi, el tema de Cantilo y los tres puntos ante Olimpo. Pero no se puede fumar
un pucho tranquilo che. Domínguez se durmió tremenda siesta y el local empató
el partido. En vano fueron las entradas de Benítez y de Barco. El match terminó
en empate.
Que bronca la puta madre. Encima no tenía con quien
compartirla. Era puro hervor. Era pura bronca. Bronca que también es esperanza,
marcha de la bronca y de la fe. Que contra Atlético Tucumán, vamos a
levantarnos de la siesta y vamos a marchar, con bronca y con fe.
Fuente De la Cuna al Infierno

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.