Independiente buscará recuperar la gloria perdida. ¿Podrá
con Holan? / Fotobaires
Con Nery Domínguez y Erviti, más la probable llegada de
Gigliotti, el Rojo intentará ir por la gloria local, que se le niega desde
2002. ¿Podrá con Holan?
La pregunta está instalada entre los hinchas de
Independiente, que son muchísimos. ¿Podrá Ariel Holan darle al equipo una
manera de jugar, alcanzará a encontrar una formación estable que le permita
crecer en su estilo y acercarse a la lucha por el campeonato? El Rojo arrancará
las 16 fechas que faltan en el campeonato desde el undécimo puesto, a nueve
puntos del líder Boca, con un ataque anémico y una defensa aceptable.
El ciclo de Gabriel Milito se terminó por decisión del
entrenador, tras la caída inesperada con Banfield en Avellaneda. Había usado 24
jugadores para las 14 jornadas, pero con una salvedad importante: seis de ellos
(Albertengo, Méndez, Damián Martínez, Blanco, Rehak y Leandro Fernández) jugaron
una sola vez. Apenas el juvenil Barco –al que Milito hizo debutar en la primera
fecha contra Belgrano- el cordobés Rigoni, el uruguayo Vera y el zurdo
Tagliafico dijeron presente siempre. O sea, que en realidad hubo hombres que
cargaron con la titularidad durante casi todo el torneo: debería agregarse al
arquero uruguayo Campaña, al lateral Toledo, al zaguero Cuesto y al
mediocampista de marca Diego Rodríguez.
Hoy, con Ariel Holan, el futuro parece que será muy
diferente. Afirmado Campaña, convaleciente el esperado Leandro Fernández, la
posible llegada de Emanuel Gigliotti modificará el ataque, más allá de que
tenga la misma posición que Vera y que Denis. ¿Para qué tres delanteros que
juegan de lo mismo? Habría que preguntarle a la dirigencia, pero la clave
parece estar en la falta de eficacia ofensiva, que quedó sellada tras el empate
sin goles con Racing y la posterior caída por penales frente a la Academia. En
ese choque, Vera malogró cuatro chances clarísimas.
La incorporación de Nery Domínguez puede ser fundamental
para construir el juego fluido, atildado, hasta lujoso que le gusta a Holan. El
ex Central era pieza clave del Chacho Coudet y mostró su jerarquía en el
Querétaro mexicano también. No parece que necesite aclimatarse demasiado y se
supone que será un punto alto en el esquema del nuevo DT.
Si Domínguez amenaza
con ser una pieza indispensable, lo mismo habría que decir de Walter Erviti,
que a los 36 años se dará el lujo de integrar otro equipo poderoso. ¿Erviti
conducción? Seguramente hará un eje con Domínguez, será quien asegure el último
pase para el delantero de turno, sorprenderá con esas genialidades que se ven
poco en los partidos argentinos. En suma, son dos llegadas estimulantes para
todos.
Holan no termina de armar la defensa, porque ni Pellerano ni
Cuesta lo han conformado. Y eso que el Rojo apenas sufrió 10 goles en el
torneo, la tercera defensa menos vencida entre treinta equipos, detrás de
Talleres y de Lanús. Quizá la fuerte derrota ante Racing en Salta haya influido
en la determinación del entrenador, pero todavía no está claro quién será
titular, más allá de Campaña, de Figal y del recuperado Damián Martínez, usado
por Holan en Defensa y Justicia.
Después del tremendo cachetazo que significó el descenso a
la B Nacional, el Rojo regresó y nunca ha bajado del quinto puesto. Fue tercero
con Jorge Almirón en el Transición 2014, alcanzó el quinto lugar con 54 puntos
y apenas 4 caídas en 30 fechas, para llegar tercero en una de las zonas del
torneo corto que ganó Lanús en gran estilo. No fueron malas campañas, pero la
impaciencia de la gente, las necesidades de una dirigencia que ha pagado muchas
deudas aunque le falten otras tantas, la masiva incorporación de jugadores y la
búsqueda de un título local que se niega desde 2002 hacen lo suyo para poner
nerviosos más temprano que tarde a todos.
Por eso, Holan juega con fuego. ¿Tiene poca experiencia? Es
cierto. ¿Le cambió la fisonomía a Defensa y Justicia? También es verdadero. El
cuadro de Florencio Varela se animó a jugar de igual a igual, con una propuesta
generosa y atractiva quizá más para el gusto argentino promedio que para la
tabla de posiciones. ¿El Rojo tiene mejor y mayor plantel que el Halcón?
También es real. Dispone de muchos nombres en condiciones de jugar. ¿Hay mucha
presión? Eso no se discute.
Los primeros siete partidos serán ante rivales que luchan
por mantener la categoría. Independiente viajará a Córdoba (Talleres), a la
cancha de Patronato y visitará Sarandí y Florencio Varela. En su casa tendrá a
los sanjuaninos de San Martín, Vélez y Rafaela. Son 21 puntos, con un mínimo de
15 podría incorporarse a la lucha por el título, tratando de acercarse a Boca y
el resto que lo supera hoy. Ansiedad, presión de la gente, del periodismo y de
los propios protagonistas son un combo que puede ser favorable o mortífero.
Dependerá de las dotes del conductor del grupo, de una buena sintonía y de la
paciencia, algo que casi todos han perdido en el atribulado fútbol argentino.
Pero no se puede perder la esperanza.
Para interesarse en la Copa Sudamericana, todavía falta.
Serán dos choques con Alianza Lima, debiendo cerrar la llave en la complicada
cancha del popular club peruano. Para mediados de mayo, las cosas habrán
decantado y se verá qué conviene más. Si el arranque es poderoso en el torneo
ante equipos más débiles, la historia puede encaminarse hacia el torneo
argentino. De lo contrario, siempre queda lo que Independiente mejor juega y
más le gusta. Una Copa. Cualquier Copa. Está en sus genes.
Fuente Perfil.com Cuatro Cuatro Dos


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