En
Avellaneda, cayó 2-1 contra Bown de Adrogué, que jugó su primer partido en la
historia en la segunda categoría. Ambos terminaron con 10, por las expulsiones
de Zapata en el local y Ruiz Díaz en la visita./"CLARÍN".
Todo Brown
festeja el gol de Fabro. Independiente lo sufre. (Télam).
Independiente
comenzó su paso por la B Nacional de la peor manera. En el estadio Libertadores
de América, el equipo de Miguel Brindisi cayó 2-1 ante el recién ascendido
Brown de Adrogué. Martín Fabro, surgido de las inferiores del club de
Avellaneda, abrió el marcador para el visitante en el primer tiempo, pero
Daniel Montenegro anotó de penal el tanto de la igualdad. En el complemento,
Matías Sproat convirtió el gol del triunfo para los de Pablo Vicó. Ambos
equipos terminaron con 10 jugadores por las expulsiones de Martín Zapata y
Gustavo Ruiz Díaz.
Brown no se
achicó en ningún momento y salió a jugarle de igual a igual a un Independiente
que ofreció poco. Buena circulación de pelota y mucha presión en el mediocampo
fueron las claves de lo que finalmente terminó en victoria. Fabro se mostró muy
activo desde el comienzo, asociándose con Maidana y Ruiz Díaz para presionar a
la defensa local. Justamente, el ex Rojo fue el encargado de dar el primer
golpe, tras una mala salida de Villalba: el volante descargó con Sproat, quien
le devolvió el pase con un magnífica pared que lo dejó cara a cara con Assmann
por izquierda. Fabro no perdonó y con un zurdazo cruzado anotó el 1-0.
Los de
Brindisi trataron de conservar la calma pese a estar en desventaja, pero aún
así sufrieron más de una vez en el fondo por las subidas de Fabro. Montenegro
tuvo una chance clara a los 19 al rematar por encima del travesaño desde el
punto del penal, tras una buena acción de Menéndez. Once minutos más tarde, el
“10” tuvo su revancha después de una falta de Lemmo sobre Martín Zapata dentro
del área, que hizo que Maglio no dudara en sancionar la pena máxima. El capitán
no perdonó y, desde los doce pasos, ajustició a Giordano con un derechazo bajo
al palo derecho.
Desde ese
momento, los de Avellaneda fueron con más voluntad que ideas en busca del
empate, con Zapata como abanderado, mientras que Brown estuvo al acecho del
error del rival e intentó aprovechar los espacios de una errática defensa.
Sobre el final del partido, ambos equipos sufrieron dos expulsiones
importantes. Por agresión mutua y a instancias del juez de línea, Maglio echó a
Zapata, el mejor del local, y a Ruiz Díaz, volante centrral del visitante.
En el
complemento, Brindisi mandó a la cancha a Mancuello y a Miranda. La banda
izquierda era el tema a solucionar, ya que Trejo no había hecho un buen
trabajo. Sin embargo, los primeros instantes volvieron a tener a Brown como
protagonista. Se jugaban apenas 3 minutos cuando Miranda envió un centro para Sproat,
quien cabeceó sin marca dentro del área, pero se encontró con la increíble
atajada de Assmann. El DT de Independiente siguió con los cambios ante el
panorama adverso y abrió la puerta para el debut de Pisano, en lugar de Penco
-de floja tarea-.
La defensa
local, con Velázquez y Morel como centrales, dejó demasiados huecos que
invitaron a los de Adrogué a atacar al Rojo. Y así, tras hacerle pasar varios
sobresaltos, Brown volvió a pasar al frente a los 17. Fabro inició una notable
jugada personal y descargó a la derecha con Barbosa, el lateral mandó el centro
al área y, tras una serie de rebotes, la pelota le quedó a Sproat, quien no
tuvo mucha resistencia para vencer a Assmann con un toque sutil.
Si las cosas
habían sido difíciles para Independiente hasta el momento, se agravaron todavía
más después del 2-1 de Brown. La última línea no hizo pie en la cancha y el
visitante entró por todos los sectores posibles. No fue hasta que los dirigidos
por Vicó sacaron el pie del acelerador que el local se animó a ir al frente, de
la mano de un Pisano que mostró movimientos interesantes y que le dio mayor
ritmo al ataque, en compañía de Montenegro y con un Menéndez que intentó hasta
donde pudo.
Los intentos
del equipo de Brindisi fueron en vano, ya que Brown se defendió con firmeza y
construyó un esquema sólido que le permitió tener todo bajo control hasta el
final del partido. Maglio dio el pitazo final para que los de Vicó celebraran
una de las victorias más importantes de su historia, en su debut en la B Nacional
y nada menos que ante Independiente. En tanto, el local sumó otra decepción y
fue recibido de la peor manera en la segunda división.
Fuente
Clarín
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