Por Carlos Maidana
Ramón Díaz presentó la renuncia y la comisión directiva se apura para buscarle un
reemplazante. Quien llegue se encontrará con los mismos jugadores que lograron
el peor inicio de campeonato desde que se juegan los torneos cortos. ¿Es
suficiente el cambio de DT?
Otra vez, historia repetida y con muchos de los mismos
protagonistas. Luego de la derrota ante Argentinos Juniors – la cuarta
consecutiva en el Clausura – Ramón Díaz renunció a la dirección técnica y,
enseguida, la dirigencia evaluará a su reemplazante.
El que asuma el cargo no tendrá una tarea sencilla. Deberá
sacar al equipo de la última posición y empezar a sumar puntos de manera
urgente, pensando en la próxima temporada, en la que se irán los 68 puntos
logrados bajo la conducción de Américo Gallego. Quedarán 43 puntos y los –
pocos -27 conseguidos hasta ahora.
Para lograr con éxito su tarea, el próximo entrenador tendrá
a disposición el mismo plantel que acaba de anotarse el record del peor
arranque en torneos cortos. Un equipo que no transmite absolutamente nada desde
el campo de juego.
“Es exclusivamente culpa mía”, dijo el riojano en su
despedida, aunque sonó mucho más a discurso conciliador que a una declaración
sincera. Porque, siendo claros, a Ramón se le pueden hacer muchas críticas, pero
al final no es el quien entra a la cancha. Salvo los más jóvenes, a quienes se
les tiene paciencia, el rendimiento del resto no justifica su ingreso al campo
de juego.
Lo que seguramente se le puede reprochar a Díaz es la
insistencia con algunos jugadores. No se explica por que razón utilizó hasta el
hartazgo a Matías Defederico, a quién pidió expresamente que se quedara y aún
no mostró estar a la altura. Lo mismo pasó, no ante Argentinos, con Osmar
Ferreyra, que jamás justificó su contratación.
Si bien se celebra la apuesta por algunos juveniles, como
Martín Benítez, Lucas Kruspzky y Patricio Vidal, difícilmente pueda entenderse
porque, de la noche a la mañana, dejó de contar con Brian Nieva. Es lógica la
confianza depositada en Ernesto Farías, pero cuesta encontrar una razón a la
continua convocatoria de Facundo Parra. ¿O acaso es el goleador del equipo? Si
hasta Leonel Núñez, de mal rendimiento, bajó a la reserva.
La partida de Ramón es un hecho, pero muchos de los grandes
responsables de este fracaso seguirán, – algunos que, además, no tenían buena
relación con el DT - al menos, hasta junio. En el receso deberá producirse un
recambio importante y así, intentar equilibrar la balanza, a favor de
Independiente.
Fuente Infierno Rojo
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