Por Pablo Bufi
Independiente y Barracas Central empataron 2-2 por la fecha
9 de la Copa de la Liga. Pablo Dóvalo, árbitro del partido, junto a Luis Lobo
Medina en el VAR le impidieron a Independiente quedarse con los tres puntos.
Se veía venir y pasó. Con total impunidad, ante la vista de
todos y transmitido por TV al Rojo lo robaron en la cancha de Huracán. Ser el
caballo del comisario tiene esas cosas.
¿Sorprendió? Para nada, se habló durante estos días las
curiosas estadísticas y los antecedentes de Dóvalo con Barracas. Hizo bien la
tarea para la corona.
Yendo estrictamente al juego, Carlos Tevez aprovechó para
bajarle cargas a varios futbolistas que llegaban con mucho rodaje. Por eso,
Ayrton Costa, Mauricio Isla, Federico Mancuello y Gabriel Ávalos no fueron de
la partida desde el arranque. Matías Giménez fue el que jugó por el delantero
paraguayo, fue protagonista y tuvo premio: aprovechó un error en la salida del
rival y con un golazo abrió el marcador 1-0.
La jugada de la polémica llegó minutos más tarde. Alexis
Domínguez le metió un planchazo bárbaro a Iván Marcone, de esos que no hay
discusión alguna. De los que si el árbitro de cancha te quiere perdonar la
vida, el VAR no lo deja pasar. Pero nada de eso paso. Dóvalo lo vio, sancionó
con falta y amarilla para el jugador del Guapo, pero Lobo Medina desde el VAR
nunca lo llamó para ver la jugada. El famoso siga siga, desató un combo
imposible de tapar.
Independiente se fue del partido, Barracas aprovechó el
descontrol con un golazo de tiro libre de Siro Rosané puso el 1-1 y luego, el
propio Domínguez, que no debía estar en cancha si al Rojo no le hubieran metido
la mano en el bolsillo, puso el 2-1 parcial para el local al cierre del primer
tiempo.
En el complemento, las cosas no estaban bien, Tevez ajustó
un par de piezas, trato de volver a encarrilar el partido con los ingresos de
Federico Mancuello, Gabriel Ávalos, Mauricio Isla y Santiago Toloza. Y fue de
un centro de Mancuello que conectó muy bien Giménez de cabeza, para sellar el
2-2.
Para el cierre llegó otra polémica, una mano dentro del área
con empujón incluido a Felipe Aguilar que tampoco se cobró ni se revisó. El
partido era tranquilo y favorable hasta que lo arruinaron Dóvalo y Lobo Medina.
Final escandaloso, Independiente jugó mal, tiene cosas para corregir de cara a
River, pero en Parques Patricios hubo un acto delictivo, que cada vez son más
frecuentes en el fútbol Argentino.
Fuente LxR
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