Por Bianca Pirone
Luego del enorme triunfo ante Racing en el Cilindro, el
entrenador del Rojo frenó por unos segundos los festejos en el vestuario
visitante para hablar con sus dirigidos.
Desde la llegada de Carlos Tevez a Independiente, el plantel
renovó sus energías y expectativas radicalmente. El Apache, a fuerza de mucho
trabajo y dedicación, consiguió cambiarla la mentalidad a un grupo que venía
muy golpeado y frustrado. Poniendo en valor la unión y el trabajo en equipo,
Tevez dejó en claro que confía en cada uno de los jugadores y los resultados ya
están a la vista. El Rojo está invicto, lidera la Zona A con cuatro victorias y
dos empates, y viene de ganarle el clásico por 2-0 a un Racing que se quedó sin
entrenador. En apenas un mes y algunos días, el Rojo dejó de estar asustado por
el descenso y pasó a ilusionarse, por qué no, con un título local después de
tantos años.
El sábado por la noche, luego de la victoria clásica ante la
Academia, los referentes del plantel frenaron por unos segundos los eufóricos
festejos en el vestuario visitante para dar un breve discurso. Luego de que
Iván Marcone y Rodrigo Rey se expresen, también llegó el momento de Tevez.
Conciso y claro, el Apache reunió a sus dirigidos, los
felicitó por el gran partido realizado y destacó a los jugadores que ingresaron
desde el banco de suplentes, caso Lucas González, Felipe Aguilar, Mauricio
Isla, Matías Giménez Rojas, que pese a no ocupar un lugar en el once inicial
entendieron la magnitud del partido y jugaron los minutos que les tocó cómo una
final. Luego, sobre el final, el Apache sentenció: “Hoy nos recibimos de
equipo”.
En un vestuario donde reinaba la alegría y los festejos,
Tevez bajó un mensaje claro y concreto, que también servirá para motivar y
mantener enfocado al plantel de cara a las próximas siete fechas que restan en
la Copa de la Liga.
El plantel completo de Independiente tras el 2-0 a Racing
Esta escena se dio en el vestuario visitante en el Cilindro de Avellaneda, el mismo que escondía un mensaje oculto en medio de tantos saltos, abrazos, cantos y botellitas de agua que volaban por el aire. “Ser campeones”, escribieron los muchachos en un cartulina pegada en la pared que suele utilizarse para marcar la táctica del partido.
Y esa ilusión y optimismo también es toda de Tevez, porque
desde que pisó el predio de Independiente, el Apache puso como objetivo pelear
arriba para salir campeón y no hablar de la posibilidad de perder la categoría.
Después de siete fechas de la Copa de la Liga, el Rojo se despegó del fondo,
está en mitad de la tabla anual y lidera la Zona A con 14 puntos por delante de
River, Huracán, Colón y Talleres.
La euforia también se trasladó a la zona mixta, donde una
vez más se notó la gran comunión que hay entre los jugadores y cuerpo técnico.
Porque mientras Tevez hablaba con la prensa, los futbolistas interrumpieron el
momento para comenzar a cantar y saltar junto al entrenador a modo de festejo.
Todo quedó registrado por las cámaras de televisión y de los celulares,
secuencia que no se venía desde hace varios años. Tal vez, desde el paso de
Ariel Holan.
Fuente Infierno Rojo
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