Por Pablo Bufi
Independiente se quedó con el Clásico de Avellaneda. Le ganó
a Racing 2-0 en el Cilindro por la fecha 7 de la Copa de la Liga con los goles
de Alexis Canelo y Braian Martínez.
Fiel a su costumbre, el Rojo le tiró la historia encima y
demostró quien es el dueño del barrio. Y se lo comenzó ganando desde el
recibimiento, cuando el humo rojo comenzó a tapar el celeste y blanco. Carlos
Tevez sorprendió desde el arranque, metió de entrada a Patricio Ostachuk, el
juvenil David Martínez y a Martín Cauteruccio.
Con una gran contra Independiente pegó primero. El Chaco
Martínez se escapó por la banda y habilitó a Canelo que selló el 1-0. La única
peligrosa de la Academia fue un cabezazo de Aníbal Moreno al travesaño, minutos
después del gol del Rojo. En esa jugada, Federico Mancuello recibió un fuerte
golpe en la cabeza y tuvo que dejar la cancha, en su lugar ingresó Lucas
González.
A partir de ahí, el Rey de Copas comenzó a desperdiciar
oportunidades de ampliar el marcador. Primero fue Cauteruccio, luego Saltita
González y otra del Chaco. Pero fue el comienzo de una victoria justificada.
En la segunda parte, Independiente apostó aún mas a la
contra. Y tuvo otras situaciones claras, nuevamente Martínez reventó el
travesaño y llegó la jugada el penal. Matías Giménez ya en cancha, se metió
dentro del área y cuando iba a rematar, Nazareno Colombo metió la mano. El VAR
llamó al árbitro Hernán Mastrángelo y Martínez desde los doce pasos, amplió la
ventaja 2-0, con mucha tranquilidad.
Hasta el final, solamente quedó tiempo para los insultos
generalizados a Fernando Gago, Victor Blanco y la Comisión Directiva. Tremenda
victoria para Independiente que se quedó con el clásico, se mantiene entre los
líderes de la Zona A y se alejó en la tabla anual. Pero lo más lindo es que la
historia se repitió otra vez.
Fuente LxR
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