Por Guido Sacarelo
Independiente cayó por 1-0 ante River en el final, en un
partido donde las variantes realizadas no salieron como se esperaba. ¡Repasa
los cambios y sus números!
El domingo Independiente se llevó una de esas derrotas que
duelen y molestan, en la que cayó por 1-0 ante River como local, con un gol
sobre el final del partido, en un desafortunado rebote, en el que todo el
equipo se encontraba defendiendo en su campo y tuvo a Matías Suárez definiendo
en soledad. Julio César Falcioni buscó cambiar la cara con algunas variantes,
pero esto no sirvió.
Es que el equipo se encontraba por demás cansado y hace
tiempo había entregado la pelota al equipo de Marcelo Gallardo, ante una merma
física acentuada. A los 25 minutos del complemento el Emperador decidió mover
el banco, cuando realizó la primera variante. Allí salió Tomás Pozzo, que se
sigue infiltrando para jugar e ingresó Rodrigo Márquez.
El Chila en los 19 minutos que jugó tuvo 20 toques de
pelota, intentó tres regates, logrando dos, dio once pases, concretando nueve
(82%) ganó tres de seis pelotas divididas y perdió la posesión en cinco
oportunidades. A su vez, a los 36 minutos, el Emperador hizo doble variante,
sacando a Leandro Fernández por Gabriel Hachen y a Alan Soñora por Lucas González.
Fernández siempre es una opción en ataque, pero se
encontraba extenuado, entrando un Hachen que poco pudo hacer. El propio sumó
los siguientes números: en los 8 minutos que tuvo en cancha solo pudo tener dos
toques de pelota, dando dos pases y siendo efectivo en uno. Mientras que en el
caso de Saltita, hay que indicar que desarrolló 13 minutos, tocó 14 pelotas,
intentó ocho pases, concretando cinco (63%), dio un pase clave, luchó cuatro
pelotas aéreas, ganando tres, perdió la posesión cuatro veces y realizó dos
entradas.
En último término salió un Damián Batallini que demostró
gran sacrificio y temple, pero en el complemento le pasó lo mismo que a sus
compañeros y con el cansancio no pudo gravitar, ingresando Juan Cazares. El
ecuatoriano disputó 10 minutos, con una calma y parsimonia alarmante, en la que
lejos de mostrar despliegue físico y buen tino entró completamente ajeno al
contexto del partido. El ex Banfield y River tuvo estas cifras: nueve toques de
pelota, cuatro pases intentados de los que dio bien dos. De los dos duelos
terrestres que tuvo obtuvo uno, perdió tres veces la posesión, realizó una
falta e interceptó dos pelotas.
De este modo es evidente que las variantes realizadas
durante el partido no le dieron al Rey de Copas el volumen buscado, en un
equipo que cada vez se replegó más, ante un rival de flojo encuentro, pero con
jerarquía dentro y fuera de la cancha, dejándolo de manifiesto con sus
modificaciones. Si bien no fue auspicioso el debut del entrenador, será un
proceso largo en el que deberá encontrar el funcionamiento de un equipo que
quedó descompensado en el pasado mercado de pases.
Fuente Infierno Rojo
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