Uno x uno vs. Newell’s – Según Orgullo Rojo

 

Por Javier Brizuela

 

Sebastián Sosa (5): No tuvo que intervenir en el primer tiempo el uruguayo, al que le recordaron su paso por Central. En el segundo tuvo que salir rápido para tirarla al lateral tras un pelotazo y luego fue un espectador, hasta del golazo de Newell’s.

 

Fabricio Bustos (4): Flojísimo partido del Tractor, que intentó solo un rato y no consiguió prevalecer en ningún momento.

 

Sergio Barreto (6): Buen partido del Muro, sin tener inconvenientes, ganando siempre que quedó mano a mano. A los 25 la baja bien en un córner para Insaurralde.

 

Juan Insaurralde (6): También fue bueno lo del Chaco, que no pasó sobresaltos. Le quedó a los 25 en el área tras el cabezazo de Barreto, pero no le alcanzó a dar bien de derecha y la mandó por arriba. Bien en el final tirándose al piso en esa contra, que termina siendo ese tiro libre discutible que deriva en el gol. El fastidio que nos generó el equipo viéndolo de afuera, a él se le notaba adentro de la cancha.

 

Thomás Ortega (3): Otro pésimo partido del lateral, que a esta altura juega solamente porque Rodríguez no está disponible. Duerme a los 16 en una situación similar a la del partido pasado, recibiendo otro fuerte reto del Chaco. Buen pase en profundidad a los 49 para Alan, en lo mejor que hizo. Tiene una pérdida de esas difíciles de explicar en el complemento.

 

Lucas Romero (4.5): Es correcto (dentro del contexto, que se entienda) lo del Perro en una de las facetas, ya que recuperó muchas pelotas, pero después para jugar tuvo las mismas falencias que el resto. Bien trabando ante PP8 y luego a los 18, generando el tiro de Roa.

 

Carlos Benavídez (4.5): Positiva vuelta del uruguayo, teniendo en cuenta el tiempo que hacía que no jugaba en primera. Se lo vio lento en muchas jugadas, pero no falto de timing y estuvo bien con la pelota. Siempre dentro de la mediocridad general.

 

Alan Soñora (3): Lo que venimos diciendo, desaparece en los malos partidos, cuando tendría que ser él el encargado de levantar a los demás. Nada para el zurdo.

 

Andrés Roa (4): Aceptable primer tiempo, en el que fue el único que logró ir para adelante, pero en el complemento fue una sombra. Probó bien de afuera a los 18 exigiendo al arquero. Habilita muy bien a Silvio a los 29.

 

Alan Velasco (3): Arrancó bien algunas jugadas, como esa en la que pincha y después pide un penal que no fue, pero terminó mal todas. A los 29 quedó solo y le pegó por abajo cuando la jugada pedía más arriba la definición, por eso lograron sacarle el gol.

Silvio Romero (2): Tiene intervenciones positivas en los 45 iniciales, después fue de terror lo del capitán. A los 5 aguanta bien y después define mal ante la salida de Macagno. A los 15 le pasa Roa y se la tira muy larga. Habilita bien a Velasco tras el pase de Roa, ante la salida rápida del arquero. Sobre el final fue a chocar con rivales al área hasta que lo comieron.

 

Tomás Pozzo (3): Reemplazó a Soñora a los 66 y hoy si que no pudo mostrar nada de su zurda.

 

Braian Martínez (3): Desde que arrancó a los 66 por Roa, intentó 10 veces y perdió siempre.

 

Gastón Togni: Entró a los 83 por Benavídez y tuvo el gol a los 90 entrando solo por el segundo palo, pero cabeceó mal.

 

Jonathan Herrera: Inentendiblemente por varias razones saltó a la cancha recién a los 89 y tuvo otro blooper, cuando le pifia solo de cabeza. Al ver eso empezamos a entender por qué no juega más, pero si no confían en él que prueben a Sayago y listo.

 

Julio Falcioni: Somos los primeros en tratar de bajar la vara y no sobre exigir a un plantel lleno de juveniles, priorizando el objetivo de sumar puntos. Pero lo de hoy es insostenible e insoportable por donde se lo mire. Segundo partido sacatécnico de los últimos tres, sin poder y sin querer ganarle a un Newell’s que perdía solo. Se puede entender, hasta justificar y avalar buscar el triunfo con métodos más defensivos, lo hemos dicho muchas veces. Pero no se puede perdonar no intentar ganar, enfrentando a un local perdido, con muchos debutantes, que las pocas veces que se lo presionó perdió la pelota. Veinte minutos con un jugador más y ni así cambiaron el ritmo. Recién un cambio ofensivo (¿Para qué esperó seis minutos entre la entrada de Togni y la de Herrera?) en el final del partido. El nefasto final termina siendo un premio a la vergüenza deportiva de los pibes de Newell’s y un castigo al vergonzoso papel de los nuestros. Horrible, realmente muy triste lo de hoy.

 

 

Fuente Orgullo Rojo