Silvio Romero tuvo otro partido para el olvido en la
vergonzosa derrota ante Newell’s. Al capitán de Independiente se lo nota
pesado, en otra sintonía y encima cada vez entra menos en contacto con la
pelota. Y el equipo lo siente mucho.
Si uno tiene en cuenta a los once futbolistas del Rojo que
ayer salieron desde el inicio, el Chino fue el que menos veces tocó la pelota.
En total fueron 24 contra los 97 de Lucas Romero, el que más lo hizo a lo largo
de los 90 minutos. Sí, hay 73 intervenciones de diferencia entre ambos. Y el
detalle que aún más lo pone en evidencia es que Tomás Pozzo tuvo los mismos
toques que el atacante con 64′ menos jugados.
Sin embargo este es un patrón que el delantero de 33 años
repite últimamente y coincide con el bajón del equipo. Ante Aldosivi la tocó
18, contra Sarmiento 26 y frente a Unión 28. Además en este lapso de encuentros
solo completó satisfactoriamente 3 de 9 regates.
Esos parámetros explican su pobre presente: hace 405′ que no
convierte y cada vez incide menos en el juego. Desde el partido contra el
Tiburón en Mar del Plata pateó solo una vez al arco (ante Unión) y tuvo una
sola chance clara que no le acertó bajo los tres palos (contra Newell’s).
O sea, el equipo no lo ayuda pero él tampoco lo hace. Ni siquiera lo salva un
arresto individual, como Braian Martínez frente al Tatengue.
Un delantero falto de gol, lento y que le cuesta sacarse un
hombre de encima iría al banco en otra época. Solo lo retienen en el once
titular su promedio neto de gol por partido y la falta de alternativas entre
los suplentes. Julio Falcioni demora en sacarlo y eso no hace más que
exponerlos a ambos. Uno por su falta de lectura y el otro por su poco
compromiso para querer revertir su flojísimo presente.
Fuente LxR
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