Algo pasó durante el entretiempo del Independiente –
Gimnasia jugado el 27 de febrero. Julio Falcioni decidió sacar a Pablo
Hernández y meter a Lucas González en el equipo, para que haga dupla con
Domingo Blanco en la mitad de la cancha. Y el partido cambió radicalmente, con
mayor dinámica, intensidad, despliegue y verticalidad.
La modificación fue clave para que el Rojo ganara 1-0 ante
el Lobo, pero dejó al Tucu como uno de los factores del mal rendimiento
inicial. Llamativamente, días más tarde el club comunicó en su parte médico que
el jugador de 34 años había sufrido una lesión fibrilar de 4mm en el bíceps
femoral.
Desde allí se perdió las victorias contra Newell’s, Villa
Mitre y Sarmiento, en las que el Rey de Copas encontró un funcionamiento superior.
En Liniers, contra Vélez, Hernández regresó al banco de suplentes luego de
superar la lesión, pero no tuvo minutos. Exactamente lo mismo que sucedió una
semana más tarde contra Boca.
Lamentablemente, se perdió el entrenamiento de este jueves
por una sinovitis en la rodilla afectada y está en duda para viajar a Córdoba,
pensando en el duelo ante Talleres. Al tucumano se le vence el contrato a mitad
de año y la renovación está cada vez más en discusión.
Hoy corre detrás en la consideración del DT, que encuentra
en Lucas González, Domingo Blanco y Lucas Romero las principales alternativas
para formar este doble 5 para el círculo central. No deja de ser algo a
observar, porque cuando Falcioni arribó a Independiente destacaba muchísimo la
altura y el manejo de balón del Tucu.
¡Deberá levantar si quiere jugar!
Fuente Infierno Rojo
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