Por Favio Verona
El plantel de Independiente ya dispone de cuatro nuevas
canchas en el predio de Villa Domínico: el terreno tiene la misma tecnología
que se usa en los campos de golf del PGA Tour. Mirá todos los secretos de una
obra de infraestructura impactante.
El arquitecto Ezequiel Fernández Dorado y Pablo Moyano
recorren las nuevas canchas del predio de Independiente en Villa Domínico.
Es un billar. Las cuatro nuevas canchas que el plantel de
Independiente ya disfruta en el centro de alto rendimiento que el club posee en
Villa Domínico son tan perfectas que sorprenden a primera vista. Los
futbolistas del Rojo disponen de campos de juego de última generación, con un
drenaje que incluye un moderno sistema para reciclar el agua del riego. Se
trata, en definitiva, de la misma tecnología que se usa para construir el green
de los campos del golf del PGA Golf Tour.
El prestigioso arquitecto Ezequiel Fernández Dorado fue
quien estuvo a cargo de una obra monumental, de 42.000 metros cuadrados entre
la superficie de los campos de juego y sus adyacencias. El vicepresidente del
club, Pablo Moyano, también estuvo comprometido en el proyecto que se concretó
luego de varios meses de trabajo. Cabe destacar que las canchas se construyeron
sobre relleno sanitario de lo que antes era el Ceamse, un antiguo vertedero de
residuos, por lo que hubo que elevar el terreno un metro e instalar una sub
base de tosca. Todas tienen las mismas dimensiones que la del estadio
Libertadores de América.
Fernández Dorado le comentó a Olé precisiones acerca de cómo
fue el proceso para construir los terrenos de juego que ya disfrutan Julio
Falcioni y sus dirigidos.
"Para la realización de estas canchas nos asesoramos
por un diseñador del PGA. La capa superficial de las canchas está armada en más
de un 80% de una arena especial y el resto es turba. Esta mezcla se mandó a
desarrollar en un laboratorio de Estados Unidos. La turba la trajimos
directamente desde Ushuaia. Armamos una planta en el predio para hacer la
mezcla y después esparcirla. En la cancha no hay tierra negra. Para darle una
terminación se eligió un road planting. El césped se implanta en la arena como
si fuera el Hair Recovery. Después se cose y se mejora con alguna semilla. De
esta forma crece mucho más rápido. Es un sistema novedoso en Sudamérica",
explicó, con lujo de detalles
La funcionalidad de las canchas supera ampliamente a las de
césped artificial, que sólo tienen capacidad para tolerar hasta 70 milímetros
de lluvia. En este caso, el entrenador no deberá preocuparse por el clima ya
que el terreno está preparado para drenar de forma constante.
"Contamos con un diseño específico de drenaje que
recupera el agua de lluvia y de riego y va a parar a un reservorio de 500.000
litros. Luego el agua se usa para volverlas a regar", contó el arquitecto.
El suelo prácticamente no tiene imperfecciones. Fernández
Dorado explicó cómo hicieron para que luzca impecable: "En el momento de
nivelar se utilizó un método láser, una especie de pala a la cual se le asignan
coordenadas y en 100 metros puede tener un error de un milímetro. La simetría
de la cancha es clave para el desagüe". A golpe de vista, el césped es tan
perfecto que impacta.
Fuente Olé
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