Independiente cayó de visitante ante uno de los más flojos
del campeonato y en InfiernoRojo analizamos las claves de la derrota.
Posesión excesiva sin peligro: Es eterna la discusión de
posesión sí/posesión no. Pero aquí hay una postura definida: tener la pelota y
no lastimar al rival termina siendo más negativo que positivo. Sencillamente
porque el rival se acomoda, no se siente incomodado, y generalmente puede hacer
fluir mejor el partido. Justo lo que le pasó a Huracán con este Independiente
inofensivo.
Nada en tres cuartos: El equipo de Lucas Pusineri dominó las
acciones desde el minuto cero, pero lisa y llanamente no hizo nada.
Contadísimas situaciones de gol que hicieron a un equipo que le costó cruzar
tres cuartos de cancha con criterio. Fundamental para el contrario. En todo el
partido, el Rojo tuvo 14 chances, pero solo una certera. Letal.
Entró dormido, y gol: Lo que había dominado en el primer
tiempo, se esfumó en apenas ocho minutos del segundo. Norberto Briasco la mandó
a guardar y a otra cosa. La clave del partido, porque luego iba a ser
irremontable.
Sin reacción: Al igual que contra Fortaleza, Independiente
pareció no tener reacción, con la salvedad de que en esta oportunidad no lo
salvó un gol agónico a un minuto del final. El Rojo parece recibir golpes y ni
atinar a levantarse. Durísimo.
El recambio no alcanza: Los chicos del club que ingresan
tienen cualidades, pero claramente no están preparados para afrontar una
situación tan compleja, y mucho menos revertirla. Daría la sensación que
Independiente podía jugar tres partidos más, y la bocha no iba a entrar al
arco.
Fuente Infierno Rojo
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