Guti, como lo apodan, conoció a Pusineri en Cúcuta.
Por Favio Verona
Carlos Gutiérrez, neurocientífico y psicólogo deportivo que
arribó de la mano de Pusineri, comenzó a trabajar con el plantel y contó sus
particulares métodos para potenciar habilidades.
Lucas Pusineri lo conoció en 2018, cuando dirigió al Cúcuta.
Luego se lo llevó a Deportivo Cali y desde el jueves pasado está en
Independiente.
Carlos Gutiérrez es el primer refuerzo del Rojo. Se trata de
un psicólogo deportivo que es experto en neurociencia. Trabaja con deportistas
de alto rendimiento desde hace más de 13 años, tiene un laboratorio y es uno de
los especialistas en la materia que más prestigio ostenta en su país natal.
“Mi función es disponer ensayos de entrenamiento
psicosensorial para potenciar las habilidades de los futbolistas. Pusineri es
un técnico muy moderno y le da mucha importancia a la parte mental. El
deportista es cuerpo y mente. En el fútbol de hoy hay que entrenar el cerebro,
no sólo los músculos. Nuestros métodos ayudan a mejorar la toma de decisiones,
la concentración y los tiempos de reacción”, le comentó a Olé el hombre al que
el flamante entrenador le tiene mucha confianza.
-¿Y cómo se entrena el cerebro?
-Hay que hacerlo todos los días, como si fuese un músculo.
En la pretemporada voy a realizar una serie de tests que me van a dar un
parámetro de cada deportista y del grupo en general. Se trabaja desde lo
individual y lo grupal. Una vez realizado ese diagnóstico trabajaremos para que
los deportistas sean más inteligentes y eficientes a la hora de tomar
decisiones y ejecutar movimientos.
-¿En qué consisten esos trabajos?
-Para los arqueros tenemos unos lentes que inhabilitan la
visión por micromilésimas de segundo. De acuerdo a la programación que uno les
vaya dando desde el celular podemos ampliar o disminuir el bloqueo del campo
visual. El objetivo es incrementar la capacidad del portero para calcular
velocidad, distancia y profundidad. Esos lentes ayudan a determinar cuál es el
ojo dominante y el perezoso. A partir de esa información se puede trabajar para
lograr un equilibrio. También tenemos un sistema de luces LED que nos ayudan a
disminuir los tiempos de reacción. Esas mejoras ayudan al cerebelo a reaccionar
con mayor velocidad a los impulsos que se transmiten a través de los canales
neuronales. Y esas micromilésimas de segundo que nos vamos a ahorrar en la
ejecución marcarán la diferencia entre ganar el balón o no, meter el gol o no y
ganar un duelo individual o perderlo.
-¿Los jugadores son receptivos o desconfían de lo
desconocido?
-Normalmente ante lo nuevo puede surgir el rechazo o la
aversión. Algunos son más receptivos que otros. A medida que le demuestras al
futbolista que tu trabajo es científico, que no hay azar sino que todo es
planificado, empiezan a creer. Ellos se dan cuenta de que quienes más se apegan
al programa mejoran las habilidades cognitivas. La clave es explicarles para
qué les va a servir cada ejercicio. Y de a poco empiezan a ver al psicólogo
como un profesional y no como el topo que va a ir a contarle algo al entrenador.
El hecho de que me haya traído el profe no quiere decir que le voy a contar
infidencias. No, en absoluto. El sigilo profesional está por delante.
-Gallardo trabaja con neurociencia desde hace rato. ¿Cree
que en el futuro todos los cuerpos técnicos incorporarán especialistas en esa
materia?
-El neuro entrenamiento te posibilita mejorar las
capacidades de respuesta del cerebro. Y te permite que ambos hemisferios
cerebrales trabajen al mismo tiempo. Cuando eres diestro, el que más trabaja es
el hemisferio izquierdo y viceversa. El otro hemisferio está de adorno.
Nosotros precisamos que también empiece a trabajar porque con esa plasticidad
cerebral las respuestas físicas, cognitivas y motoras mejoran
considerablemente. Mi trabajo es en el campo porque el consultorio del
psicólogo deportivo debe ser la cancha.
-¿Al trabajar ambos hemisferios se puede lograr que un zurdo
le pegue de derecha casi con la misma precisión que con su pierna hábil?
-Casi que se puede lograr. Depende de la predisposición del
futbolista para realizar trabajos a diario. Es posible, mediante ejercicios de
repetición como ejecución de remates. Es indispensable adaptar el cerebro y
comenzar a mejorar no sólo la precisión, sino también la potencia. Ahí es donde
entra el término plasticidad cerebral.
-Usted también es psicólogo y heredan un plantel golpeado.
¿Será necesario trabajar aún más?
-No podemos quedarnos llorando sobre la leche derramada.
Tenemos que modificar el yo quiero por el yo puedo. Y si cambiamos esa ecuación
mental vamos a ver mejoras significativas. Habrá que formar un grupo en el que
a todos les duela lo que le pase al compañero, que haya sentido de pertenencia.
Vamos a hacer un trabajo muy interesante. Estoy agradecido a la vida por haber
llegado al club más grande de la historia de la Argentina.
Fuente Olé
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