Aunque la Selección Argentina ya no lucha por el título, los
últimos partidos fortalecieron la imagen del entrenador.
Repasamos algunos de
sus logros
Asumió de una forma extraña y su permanencia como entrenador
de la Selección Argentina siempre estuvo en tela de juicio. Pero a días de
disputarse el partido por el tercer puesto en la Copa América, Lionel Scaloni
atraviesa su momento de mayor aceptación.
El periodismo aún cuestiona su falta de experiencia para
ocupar el cargo, , pero la última imagen que dejó su equipo está lejos de ser
decepcionante. Apareció la intensidad, varios jugadores confirmaron que no le
pesa la camiseta y los históricos asumieron su liderazgo en la cancha. Acá
repasamos algunas de las virtudes que pueden hacer que siga al frente de la
albiceleste más allá de diciembre:
1- Eligió la llave del gol: Aunque para el debut priorizó el
momento del Kun Agüero en el Manchester City, Lautaro Martínez siempre fue su
delantero de área. El "Toro" se ganó su lugar en el once a fuerza de
goles e intensidad, dos virtudes que el entrenador siempre destacó. Desde hace
rato se pedía un centrodelantero que rindiera en la selección como en su
equipo, y Scaloni lo encontró.
2- Apostó y ganó: Varios jugadores que no habían entrado en
consideración previamente (y la prensa ni siquiera valoró), se pusieron la
camiseta y cumplieron con creces. Aunque no era su puesto natural, Leandro
Paredes rindió como volante central de marca. Todavía queda mucho por mejorar,
como su tendencia a barrer cuando la jugada pide esperar, pero tiene
condiciones para solventar. Lo mismo corre para De Paul, el volante ex Racing,
quien se animó a encarar y no paró de correr (casi siempre con sentido). Los
dos se ganaron el puesto.
Un caso ilusionante es la aparición de Juan Marcos Foyth.
Scaloni no solo confió en el joven central para partidos
claves, sino que también lo utilizó como lateral. Y aunque quedó expuesto en
varios contragolpes de la verdeamarela, el platense demostró técnica y
temperamento para convertirse en una parte importante de la albiceleste en el
corto plazo.
3- Fortaleció el vínculo: En dos oportunidades, Scaloni
abrió el diálogo con el plantel. En esas charlas, los referentes tomaron la voz
y el entrenador fue permeable a sus inquietudes.
¿El resultado? A diferencia de lo sucedido con Jorge
Sampaoli en el Mundial de Rusia, el debate lo fortaleció ante sus dirigidos y
no se percibió un "doble comando". Ellos le respondieron en la cancha
con un despliegue admirable –nunca vimos correr tanto a Lionel Messi y al Kun-,
y asomó una idea de juego. No es casual que el rendimiento general haya sido de
menor a mayor.
4- Sostuvo un funcionamiento: Incluso en esos encuentros
donde Argentina tuvo un juego decepcionante, aparecieron pequeñas sociedades.
El entrenador supo potenciarlas y el tridente que conformó en ataque se volvió
indiscutible. De a poco, el once empezó a confeccionarse con menos dudas y,
después de mucho tiempo, vimos al mismo once salir a la cancha ante Venezuela y
Brasil.
De cara a las eliminatorias es necesario perfeccionar el
engranaje defensivo y la incursión de los laterales a campo contrario, pero se
percibe cierta base en la articulación del equipo.
5- Aisló al grupo: Como suele suceder en cada competencia
por un título, los escándalos mediáticos y las críticas lapidarias florecieron
ante cada desempeño frustrante de la selección. Pese a ser "pinchado"
en las conferencias de prensa, el entrenador nunca entró en el juego, mantuvo
el temple y evitó alimentar todo tipo de rumores -sobre todo aquellos que
fogonearon sus diferencias con el Kun-.
Por otra parte, aunque se filtró su malestar y el de sus
dirigidos ante varias frases desafortunadas de César Luis Menotti, Scaloni hizo
todo lo posible para mantenerse enfocado en el objetivo e hizo oídos sordos.
Siempre priorizó la estabilidad del grupo.
Fuente Diario Popular
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.