Por Agustín Carabelli
Luego de la llave ante Binacional, repasamos el rendimiento
de Pablo Pérez y Cecilio Domínguez en lo que va del semestre.
En el último mercado de pases, Independiente sufrió un
contundente desmantelamiento en el plantel que repercute e influye en el
funcionamiento general del equipo hasta el día de hoy. La millonaria venta de
Maximiliano Meza al Monterrey y la, todavía insólita y confusa, partida de
Emmanuel Gigliotti al Toluca, hizo que el rojo tuviera que salir en busca de
refuerzos para suplantar las ausencias de los pilares indiscutidos.
Por eso, el club fijó un objetivo y un target: contratar
jugadores con jerarquía y experiencia. Se priorizó la calidad antes que la
cantidad. El primer refuerzo fue Pablo Pérez, mediocampista proveniente de
Boca, mirado tempranamente de reojo por gran parte de los hinchas por su
reciente pasado en el club de La Ribera.
Y la segunda incorporación fue el ex Cerro Porteño, Cecilio
Domínguez, que estuvo cerca en mercados de pases anteriores. El paraguayo llegó
con una curiosa presión: es la compra más cara en la historia del club. Seis
millones de dolares le quedaron al América de México por el 75% de su ficha.
Ahora tocaba demostrar.Hoy se puede decir que los dos futbolistas cumplieron, a
pesar de no haber logrado los objetivos grupales de la temporada.
Pablo Pérez
A base de temperamento, liderazgo y buen fútbol, se ganó
poco a poco el reconocimiento del hincha y cerró un semestre más que aceptable:
disputó 16 encuentros y marcó 4 goles (en partidos consecutivos). Se metió
rápidamente en el once titular y, junto a Nicolás Domingo, son la base del
mediocampo Rojo.
Además, también se convirtió en un referente del equipo. En
las últimas semanas, en el medio de toda la polémica en cuanto a Holan y la
reunión de los jugadores y los dirigentes, quien salió a dar la cara y explicar
lo que había pasado fue él.
Ciertamente fue un gran acierto del Cuerpo Técnico y será
una pieza clave para el próximo semestre en el armado del nuevo Independiente.
Cerró de manera perfecta el semestre, jugando un partidazo contra Águilas
Doradas.
Cecilio Dominguez
Por otro lado el delantero guaraní, tuvo un arranque
prometedor con destellos de calidad y marcando presencia, desequilibrio,
guapeza e inteligencia. Pero, al igual que todo el equipo, en los últimos
partidos decayó su nivel y entró en la merma futbolística colectiva. Cerró el
semestre con 6 goles en 15 partidos jugados, una buena cifra de todas formas.
Cecilio fue muchas veces el jugador al que le daban la
pelota y esperaban que él resuelva solo. Cuando Independiente tenía un mal
partido, se apoyaba demasiado en él para que lo salve, y eso le terminó
pesando. Dominguez es un gran jugador, y puede marcar mucha diferencia en el
fútbol argentino, pero no se puede pretender que sea el héroe de todos los
encuentros.
Así y todo, sus dos goles ante Águilas Doradas fueron claves
en la clasificación por la Sudamericana y logró ser convocado a la Selección de
Paraguay para la Copa América. Fue otro acierto de Holan en su último mercado
de pases y ojalá Independiente pueda disfrutarlo un buen tiempo.
El balance es positivo y alentador: dos jugadores que quizás
llegaron un poco cuestionados por diferentes cuestiones, pero que demostraron
estar a la altura de las exigencias que demanda este club, y que todavía tienen
mucho por dar. Beccacece tiene dos figuras en las que puede confiar para armar
el nuevo Independiente.
Fuente La Voz del Diablo
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