Silvio Romero: "Yo vine a triunfar acá. Puedo y debo estar mejor".

Por Christian García

En diálogo con Radio La Red, Silvio Romero, se mostró enojado por todo lo que se viene hablando en torno a su estado físico y su teórica falta de forma que lo aleja de lo que se espera de él. A continuación, De La Cuna Al Infierno, te acerca lo mejor de sus declaraciones.

"Estoy a disgusto con todo lo que se está diciendo. Reconozco que no estoy al nivel que quiero, porque es una realidad. Pero no es verdad que estoy 5 o 6 kilos arriba de mi peso. No estoy de acuerdo con esa manera de hacer periodismo. Reconozco estar lento y fuera de ritmo, pero tengo mis fundamentos. No pude entrenar una semana completa de forma normal. Jugué infiltrado los primeros partidos y eso influyó. Primero es responsabilidad mía, y luego del Entrenador, de aceptar jugar en esas condiciones y quedar más, o menos, expuesto", arrancó, picante, el Cordobés, en disidencia con los comentarios, mal intencionados, en torno a lo extra futbolístico.

Y añadió:

"Puedo, y debo, estar mejor porque represento a una de las camisetas más grandes del País. Cuando viene la mala, todo parece peor. Soy autocrítico y debo mejorar. El Club hizo una gran inversión en mí y soy consciente. Es una imágen fuerte salir en los entretiempos y no generar situaciones. Pero también es cierto que el equipo no está en un buen momento. Generamos poco. Con Racing y con River llegamos pero no podemos convertir".

En esa tónica, continuó, incluso hablando de sus expectativas en el Club:

"Yo vine a triunfar acá. Más allá de mis rendimientos la gente sigue confiando en mí y me lo demuestra. El año pasado tuve rendimientos muy buenos e hice goles en partidos importantes. No coincido que en un año y medio no rendí. Es cierto que este año no vengo haciéndolo pero es por lo que expliqué".

Y concluyò:

"Todos queremos lo mejor para Independiente. También es verdad que todos sabemos lo que era el Club hace unos años y ahora. Creció muchísimo y tenemos que estar a la altura".

Fuente De la Cuna al Infierno