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sábado, 5 de enero de 2019

Más fácil echar a uno que a ocho


Independiente desafía ese viejo axioma del fútbol: en este club, los que desafían el proyecto que conduce Holan terminan yéndose.

 Gigliotti besando la copa.

Por Jorge Mario Trasmonte

Una de las frases habituales del mundo del fútbol explica la voladura del DT como fusible porque “es más fácil echar a uno que a ocho”. La foto de tapa de Olé puede ser una simple reunión de amigos afines, como los hay dentro de cualquier plantel. Y el desguace del equipo de Independiente que ganó la Sudamericana también puede explicarse por rendimientos en baja, ofertas que no se pueden rechazar, oportunidades profesionales...

Minga.

Flota en el aire que varios veteranos y capangas del plantel no tienen onda con el conductor del barco.

Ariel Holan llegó al fútbol desde otro deporte con aires renovadores, a veces excéntricos, revolucionarios y descontaminados de códigos no escritos pero implacables. Padeció rechazo y pase de facturas por ser sapo de otro pozo.
  

Ariel Holan en su noche de gloria: la final ante Flamengo en Río de Janeiro (EFE/Antonio Lacerda).

No es fácil establecer si en las entrañas de su propio patio tampoco se bancan sus personales decisiones y los métodos del DT que viene de un micromundo distinto o si Holan, como otros conductores que quieren sacudirles las estructuras a los futbolistas, prefiere no tener ni asomo de competencia en su liderazgo y va borrando a los que le ofrecen resistencia, generalmente los más grandes y los que mayor influencia pueden ejercer sobre el resto del grupo. Hasta su ruptura con el profe Kohan, en su momento, fue leída como una disputa de primacía en la ascendencia sobre los jugadores, y algunas salidas también se interpretaron como cortocircuito con los más cercanos al ayudante despedido.

Emmanuel Gigliotti con el trofeo de la Copa Sudamericana en el Maracaná (EFE/Marcelo Sayao).

Hay un desafío: refundar un equipo capaz de interpretar el ideario y la mística revivida como aquél que le ganó una copa a un grande de Brasil en el Maracaná. Y no será fácil.

Por de pronto, Independiente ya dio vuelta el axioma de que es más fácil echar a uno que a ocho. Acá el proyecto es Holan, y al que no le gusta se va.


Fuente Olé

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