Resaca copera - Video

Hoy se cumple un año de la consagración del Rojo en el Maracaná. En este tiempo, el equipo logró la Suruga Bank y se metió en cuartos de la Libertadores, pero bajó el nivel y fue inestable.

Foto Marcelo Carroll

Por Fabián Rodriguez

De aquella noche repleta de felicidad a este presente incierto, en busca de reencontrar el rumbo. De aquella emoción descontrolada de Ariel Holan, a este Profesor inmerso en la planificación del rearmado del plantel. De aquel equipo intenso y vertical, que se plantó en el Maracaná y se coronó campeón de la Copa Sudamericana, a uno de andar irregular a lo largo del 2018, que si bien logró la Suruga Bank sufrió demasiados altibajos.

Hoy se cumple un año de la consagración en Río de Janeiro ante Flamengo. Fue el pico máximo de rendimiento en el ciclo. Ese 13 de diciembre, el Rey sintió que había vuelto a su lugar, que estaba recuperando el tiempo perdido luego de pésimas gestiones que lo llevaron a la B Nacional en 2013. Y logró regresar a la Copa Libertadores, luego de ausentarse en siete ediciones. Fue en busca de la octava, pero en el camino apareció el campeón, River. Igualmente, Holan consiguió reinsertarlo en cuartos de final después de ¡28 años! También se dio el gusto de dar la vuelta en Japón.

El modelo 2018 conservó algunos rasgos, pero perdió constancia en el juego, se tornó irregular. Sufrió vaivenes a lo largo de las cinco competencias que tuvo que afrontar y dejó interrogantes. De aquella formación que logró el decimoséptimo trofeo internacional en Brasil faltan Nicolás Tagliafico, Fernando Amorebieta (fue apartado del grupo por inconvenientes con la dirigencia), Torito Rodríguez y Ezequiel Barco. El Rojo sintió sus ausencias, a pesar de la inversión realizada. Es que los 12 refuerzos que llegaron en el año no alcanzaron las expectativas generadas. Sólo aprobaron Silvio Romero y Brítez, más una mejoría de Gaibor en este semestre.

Al momento de encontrar las causas, Holan apuntó hacia los continuos viajes, que generaron desgaste físico excesivo y lesiones. Durante el segundo semestre cambió formaciones y dibujos tácticos. Contra Huracán y Boca se volvió a ese nivel alto, aunque el final fue malo y lo dejó lejos de la cima. Ahora es tiempo de análisis para el Profesor, de barajar y dar de nuevo, de conseguir nuevos objetivos y sonreír como en Río.

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