En un partido cuyo resultado final podía ser previsible,
pero que aún así no se podía subestimar, Independiente venció muy tranquilo a
Nacional. En InfiernoRojo analizamos las claves del resultado a favor en el
Libertadores de América.
Calma: Por lejos fue el factor fundamental para que el Rojo,
sin pausa pero sin prisa, construya un escenario donde pueda ganar un partido
que, salvo algo drástico y fuera de lo normal, estaba prácticamente cerrado.
Con serenidad, el equipo fue de menor a mayor y sin la necesidad, ganó por 2 a
0 un encuentro en el que casi no pasó sobresaltos.
Entereza: Otra característica importante. El mediocampo del
Rojo estuvo combativo y constructivo. No le entregó la pelota al rival ni lo
dejó crecer. Lo de Diego Rodríguez Berrini sigue siendo muy importante partido
a partido. Bárbaro.
Liviandad rival: Hay que decirlo. Nacional vino con pocas o
nulas expectativas al Libertadores de América. No plantó un equipo ofensivo que
aunque fuese solo con amor propio saliera a morderle los botines a los
jugadores de Independiente. Ante esa liviandad rival, paisaje llano para que el
Rojo juegue con las dos anteriores características.
Arriba, bien: El bloque ofensivo de Independiente funcionó
bien teniendo en cuenta que no es la combinación habitual de jugadores en los
partidos del Rojo. Maximiliano Meza está en un gran nivel y fue importante.
Para destacar que convirtieran Emmanuel Gigliotti y Juan Manuel Martínez.
Fuente Infierno Rojo
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