Redacción Argentina
Alan Franco disfruta su momento sin olvidar las dificultades
de chico. En un mano a mano exclusivo con Don Balón Argentina, el central de
Independiente no dejó tema por tocar
Por Diego Rodia y Leo Schwarz
Las partidas de referentes como Víctor Cuesta, primero, y
Hernán Pellerano, después, le abrieron las puertas del equipo principal. Encajó
bien en el grupo a tal punto de que Ariel Holan le dio la posibilidad de ser el
primer marcador central en el encuentro que abrió el año futbolístico de
Independiente. Su seguridad y el buen complemento con Nicolás Figal, Juan
Sánchez Miño, Nicolás Tagliafico y Gastón Silva (los cuatro que lo acompañaron
en la zaga central) le permitieron afirmarse. Hoy, Alan Franco disfruta un buen
presente sin olvidar las dificultades que le tocó atravesar de chico en su
querida Isla Maciel, donde aún sigue viviendo junto a sus padres, novia e hija
de 6 años.
-Aunque carezca de eficacia, de a poco está volviendo el
Independiente del primer semestre...
-La verdad es que en los tres partidos que habíamos perdido
(Lanús, Atlético Tucumán y Godoy Cruz) fuimos muy superiores a los rivales pero
tuvimos la desgracia de no convertir. Nunca perdimos la tranquilidad y por
suerte pudimos dar vuelta eso y conseguir dos triunfos consecutivos.
-¿Sentís que tuviste que madurar de golpe al llegar a la
primera del Rojo?
-Sí, sí, tuve que hacer un click en mi vida. Debí cambiar
mucho. Estoy contento por el cambio, por lo que estoy viviendo y porque veo a
mi familia feliz. Trato de mejorar día a día, de ser mejor y de corregir
algunas cosas. Estoy laburando a full para dar lo mejor y que el equipo ande
bien.
-¿La estabas pasando mal?
-Y...no la venía pasando bien. Esto me hizo un cambio enorme
en mi vida.
-¿Cómo fue tu infancia en la Isla?
-Muy jodida. Gracias a Dios y a mi familia pude salir
adelante para estar viviendo este momento hermoso.
Dios es fundamental en mi
vida. Siempre le pido que me cuide, que proteja a mi familia y a mí. En todo
momento le agradezco.
-¿Pasaste dificultades de chico?
-Las pasé todas. Tuve problemas económicos, personales, de
trabajo. Con el esfuerzo de mis viejos, que nunca bajaron los brazos, conseguí
la fuerza necesaria para salir adelante. Ahora que estoy feliz es mi deseo en
el dia de mañana darles algo para poder verlos bien. La familia la luchó mucho
para tener un trabajo y ganarse la comida de cada día.
-¿Se disfruta más un presente así después de sufrir tanto?
-La verdad que si. Lo disfruto demasiado. Me siento muy
feliz por lo que soy. Pero no me voy a cansar de resaltar que lo que logro es
gracias a mi familia. Quiero ir por más.
-¿Cómo te hacen sentir los más grandes?
-No me puedo quejar porque han depositado mucha confianza en
mí. Taglia, Jonás (Gutiérrez), Gastón (Silva) son hombres con experiencia y me
transmiten tranquilidad y mucha seguridad. Por eso me salen las cosas como me
salen. Estoy contento por tener el apoyo de ellos. Encima tengo a mi derecha a
Fabri (Bustos), con quien tuve un par de partidos en reserva y siempre nos
llevamos bien. Estoy feliz por su presente. Por suerte con Chacarita volvimos a
tenerlo.
-Sos tranquilo pero en la cancha se ve un central recio y
hasta con don de mando...
-Me gusta. De chiquito que soy así. Me gusta mandar, pero en
el buen sentido. Me gusta alentar a los compañeros. En San Telmo siempre fui
capitán. Hoy lo digo pero los apoyo de buena manera. No es que los reto. Es
algo que llevo incorporado. Es lindo y más aún que ellos lo tomen bien, siendo
más grandes que yo.
Fuente Don Balón
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