Por Antonio Serpa
A Ariel Holan siempre se lo miró de reojo. Un tipo llegado
desde otro deporte, que no era del palo y de repente conseguía el trabajo al
que aspiraban otros que sí lo eran, generaba cierto resquemor. Mucho más cuando
el equipo dejó de ser Defensa y Justicia y se convirtió en este Independiente
que, por más años de vacas flacas que atraviese, sigue siendo uno de los
grandes.
Ahora, veamos esta situación: su Independiente terminará
siendo el único equipo beneficiado por una decisión política impresentable de
la AFA -otra más, y van…-, la de dejar librada a la voluntad de cada club la
decisión de presentarse a jugar durante la fecha FIFA. Amparado en ese derecho
concedido, Independiente aplazará su partido contra Defensa. Será el segundo de
tres, luego de negarse a jugar con Talleres en la reanudación del torneo (el
Kempes no estaba listo y le resultaba más cómodo debutar de local).
Esta vez, la excusa es la ausencia de Campaña, el arquero
titular, convocado por la selección uruguaya. Pero las razones reales, sin
desmerecer la influencia del 1, van más allá: Holan no ve al equipo como
quisiera, y prefiere seguir ensayando en amistosos y entrenamientos antes que
en plena competencia oficial. Ni los propios dirigentes de su club pudieron
convencerlo de jugar.
No parece tener mucho sentido lo del DT. Por un lado, es
difícil que un equipo crezca en amistosos. Por otro, son actitudes que lo ponen
lejos de la audacia que se le admiraba.
Aquellos que tenían el prurito de que era de otro palo
pueden ir dejándolo de lado: Holan se mimetizó rápido con el ambiente del
fútbol y ya sabe perfectamente que el que no llora no mama y el que no ventajea
es un gil.
Fuente Olé
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.