A los 36 años, el volante imagina que el DT Ariel Holan lo
utilizará en los últimos metros, “jugando cerca del 9”. Y se entusiasma con sus
nuevos compañeros.
Por Nahuel Lanzillotta
G. GARCIA ADRASTI
"Me encanta hablar de fútbol, me fascina. Puedo estar
horas". "Me encanta ver fútbol, miro todo". "Me encanta
jugar al fútbol, pero mucho". Walter Erviti dice la palabra fútbol con
ganas cada vez que la pronuncia. Y lo hace seguido durante la extensa charla
con Clarín en la intimidad de su casa. Con 36 años dice que ve lejos el
retiro, pero que cuando le llegue ese día tiene definido seguir como
entrenador. Aunque lo comenta en voz baja. "Trato de no decirlo porque
quizás el DT de turno se piensa que le quiero sacar el lugar, ja... Hay
técnicos de mi edad o más jóvenes, pero yo quiero seguir siendo jugador",
remarca el nuevo 10 de Independiente.
-¿Es una sorpresa llegar a un equipo grande como
Independiente a los 36 años?
-Sí. A esta altura cada tanto me planteo cómo estoy. En
diciembre lo pensé y enseguida me di cuenta de que estaba bien y con ganas de
seguir. Y la situación deportiva de Banfield me motivaba, más allá de los problemas
económicos. Le dije al vicepresidente que iba a seguir jugando. Después, cuando
arrancó la pretemporada surgió todo el problema y cuando Ariel (Holan) se
enteró de la situación me llamó para ver si quería ir a Independiente. La
respuesta fue obvia. Imposible dudar de venir a un club como Independiente.
Me enamoré de esta posibilidad enseguida. Pero no por conocer al técnico, eh;
primero por Independiente.
-¿Qué idea tiene Holan para vos en el equipo?
-Si me llamó es por lo que vio el último año en Banfield. Me
imagino jugando ahí cerca del 9, en los últimos metros de la cancha, sobre todo
por mi estado físico, por mi experiencia y capacidad y por el momento de mi
carrera. Esto no implica que si me toca hacerlo en otro puesto lo haré de igual
manera.
-¿Pensás que a Holan se le pegó mucho antes de arrancar por
el tema del audio que se filtró?
-Yo si prendo la tele y están pasando un audio privado que
se filtró cambio de canal. Entiendo que al técnico y a los jugadores nos van a
criticar por lo que hacemos en la cancha. Lo demás no me interesa. En el fútbol
está todo inventado hasta que alguien trae algo nuevo y gana. Si a Ariel le va
bien, en seis meses vamos a ver drones por todos lados. Y si le va mal,
seguramente será criticado con dureza. Así somos.
-Está a full con la tecnología...
-Lo bueno es que en el fútbol argentino hay cada vez más
técnicos que están abriendo el abanico, incorporando cosas para achicar el
margen de error. Hoy lo encasillan a Ariel con la tecnología, pero hay muchos
entrenadores que usan computadoras, videos, edición de videos. Yo lo tuve de
entrenador a Vivas durante un semestre y Claudio también usa mucho la
tecnología. Me mandaba información de los rivales por mail.
-¿Qué viste de Independiente?
-En el verano es muy difícil analizar fútbol. Cuántas veces
pasó que un jugador la rompe en la pretemporada y después desaparece. Dejando
de lado eso, veo que los clubes grandes tienen necesidades continuamente. Si
ganan tienen que seguir ganando para salir campeón o clasificar a la Copa y
porque tienen miles de hinchas atrás que los obligan a seguir ganando. A mí eso
no me asusta. Independiente está en formación como todo equipo que tiene
técnico nuevo. Se está tratando de adaptar a una idea y a mí me ilusiona entrar
a un vestuario con la categoría de jugadores como tiene Independiente.
-Pero en Independiente hay una intolerancia mucho más
marcada últimamente.
-El público argentino es así. Y nosotros que estamos adentro
de la cancha sabemos que convivimos con eso. Tenemos que adaptarnos porque así
se vive el fútbol acá. Muchas veces el público es incentivado por el
periodista. A veces hay periodistas que parecen ser más hinchas que el público.
Deberían ser más equilibrados en sus opiniones, ser más objetivos y a veces no
lo son. Llega un entrenador y a los dos o tres partidos ya lo están matando.
Todos necesitan tiempo, por más bueno que sea. Miralo a Pep Guardiola en el
Manchester City. Todo eso genera un clima de impaciencia. Salimos a la cancha
pensando en que tenemos que ganar y eso nos hace olvidar de jugar bien al
fútbol.
-¿Qué jugadores te gustan del plantel rojo?
-Veo jugadores como Rigoni, Vera, Denis. Tienen experiencia.
Me encanta Figal, ni hablar Tagliafico. Taglia me gusta desde que juega en la
5ª de Banfield. A Barquito lo felicité en medio del último partido del año
pasado. Ibamos 0 a 0 y él hizo un par de jugadas buenas y renegó porque no le
cobraron una falta. Me crucé toda la cancha y le dije “disfrutá que lo hacés
muy bien, hasta yo estoy disfrutando viéndote jugar”. Es un crack.
-¿Por naturaleza vas a ocupar el lugar de referente?
-No se trata de ocupar un lugar. Yo lo hago porque lo
siento. Me sale naturalmente. Si veo que un compañero necesita una mano se la
doy, pero no porque quiera ocupar el rol de líder. Yo tengo 20 años dentro de
un vestuario de fútbol. Si puedo ayudar en algo, bienvenido sea.
-Vas a encontrar un plantel con muchos juveniles.
-En el fútbol argentino hay una brecha. Hay jugadores muy
jóvenes y más grandes. Los buenos de edad media, de 24 a 28 o 29 años, están
afuera. Los pibes se fijan en los botines que usa Cristiano Ronaldo y a los
viejos nos apasiona ver fútbol porque ya estamos proyectando y tratando de
sacar ventaja donde no podemos hacerlo a esta altura. Lo pibes tienen muchas
ganas de demostrar pero llegan tan verdes que no saben cómo hacerlo. Por eso
todo es más físico. Te ganan corriendo, no jugando. En Banfield les hablaba
siempre y les revoleaba los botines. Yo quería que entiendan cuál es la esencia
del futbolista. Con ( Santiago) Silva nos volvíamos locos porque somos muy
detallistas.
Fuente Clarín

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