Desde su llegada a Independiente, Cristian Rodríguez sufrió
una docena de lesiones que lo tuvieron más afuera que adentro de las canchas.
Con medio año más de contrato, la comisión directiva analiza rescindirle.
Cebolla llegó a Independiente envuelto en ilusiones por ser
un jugador de jerarquía y multicampeón. El uruguayo era la pieza clave que
hacía falta, por carácter y juego, pero el tiempo todo lo derrumbó. El 24 de
julio de 2015 pasó la revisión médica y dos días después entrenó por primera
vez en Villa Domínico, apartado junto a Federico Mancuello y Francisco Pizzini.
El 3 de agosto jugó 45 minutos en un amistoso ante Danubio y
recién el 14 de ese mes lo hizo debutar Mauricio Pellegrino. Rodríguez jugó
media hora contra Defensa y Justicia y por una fatiga muscular se perdió el
duelo subsiguiente, ante Deportivo Español de la Copa Argentina.
Los primeros días de septiembre del año pasado fue convocado
a la Selección de Uruguay y regresó con una contractura en el muslo derecho, lo
que le impidió llegar al primer Clásico de Avellaneda que debía disputar. El 9
de octubre se volvió a lesionar con la Celeste, en un partido contra Bolivia en
La Paz, sufriendo una distensión de grado uno.
Veinte días más tarde el ex Porto jugó el partido de ida
ante Independiente Santa Fe por la Copa Sudamericana 2015 y sufrió una molestia
en el muslo derecho que le impidió estar en la vuelta. El 7 de diciembre de
sintió otro dolor en el clásico de barrio y jugó a medias la final de la
Liguilla Pre Libertadores.
En 2016 la relación de Rodríguez con las lesiones siguió en
el mismo curso: el 7 de febrero arrancó de malas, ya que se confirmó el
desgarro de 6 milímetros del aductor derecho. 21 días sin actividad, para que
el 24 de abril nuevamente se desgarrara, pero esta vez 9 milímetros en el recto
anterior de la pierna izquierda. Siete en su primer año de contrato.
Con la llegada de Gabriel Milito, Cebolla debió ser
intervenido quirúrgicamente de un lunar en el dorsal. Esto le demandó media
pretemporada, pero logró sobreponerse y estar a la par del grupo para el
comienzo del semestre. Hasta que el 11 de agosto sufrió una molestia en el
lumbar que tampoco le permitió jugar. Ante Lanús por Copa Sudamericana aquejó
dolores en el hombro izquierdo pero lo superó rápidamente.
La mala racha para el mediocampista continuó el 11 de
septiembre, un mes después, con una contractura en el sóleo y en el gemelo de
la pierna izquierda que tanto le costó. Los primeros días de noviembre de 2016
vivió la distensión del aductor izquierdo, 10 días apartado del grupo.
Finalmente, 1/12 del corriente año se confirmó la 12° lesión: fibrilar en el isquiotibial izquierdo.
12 lesiones en 17 meses con la camiseta de Independiente.
Mucho más afuera que adentro.
Fuente Infierno Rojo
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