La posibilidad de separar los torneos de Primera y Segunda
división de la AFA generó una grieta que será muy difícil de zanjar y que
conforma diferentes grupos
Por Fernando Czyz
La posibilidad de crear una SuperLiga dividió
definitivamente al fútbol argentino en un cisma que será muy difícil de superar
porque supone un quiebre o una grieta con dos modelos muy distintos que parecen
predestinados a no poder convivir.
Liderado por los clubes grandes, el proyecto de la SuperLiga
se propone vaciar de poder económico y político a la AFA y trasladar esas
capacidades a los clubes más representativos de la Argentina.
La SuperLiga Argentina sería una entidad que se escinda de
la AFA, que busca separar al torneo de Primera División -y seguramente el del
Nacional B- por un lado, y el resto de los campeonatos y las selecciones
argentinas por el otro. Ya cuenta con el aval del gobierno nacional.
En las principales ligas de Europa existe esta modalidad.
Por ejemplo, la Real Federación de Fútbol de España tiene el control de la
selección y de algunas divisiones del ascenso, mientras que la Liga de fútbol
Profesional cuenta con el manejo del torneo más importante.
"Nos cansamos de solventar las malas gestiones de miles
de clubes con los recursos que generan los más importantes del país junto con
aquellos dirigentes que quieren hacer las cosas bien. No hay marcha
atrás", fueron las palabras que eligió uno de los diez dirigentes que
participaron del primer cónclave del lunes por la SuperLiga.
Del otro lado, está el núcleo duro del oficialismo actual,
que tiene como principal líder y vocero a Claudio 'Chiqui' Tapia, con intenciones
de ser candidato a presidente de la AFA en junio y máxima autoridad de Barracas
Central, quien denuncia esta posibilidad como un golpe de estado encubierto que
podría alcanzar incluso hasta la intervención estatal.
"Esta es una clara reacción ante un escenario
electoral, donde ni el Gobierno ni este grupo de clubes han podido ungir un
candidato que reúna cierto consenso. Entonces buscan este disparate que es
crear esta SuperLiga", expresan desde el seno del gobierno actual de la
AFA.
Incluso no se descarta y, con el correr de las horas, cobra
más fuerza la posibilidad de plantear un paro para la próxima semana para
demostrar la fortaleza y vigor que tiene la AFA.
En este escenario ¿qué clubes tienen posición tomada y
cuáles todavía miran este proceso con cierta distancia?
Los 5 Grandes. Boca, River, Racing y San Lorenzo lideran
este proceso de formación de una SuperLiga. El quinto grande, Independiente, si
bien formó parte de la primera reunión, luego tomó distancia. Marcelo Tinelli y
Matías Lammens, junto con Rodolfo D'Onofrio, Víctor Blanco y Daniel Angelici
constituyen el núcleo duro de la propuesta.
Los Otros Disidentes.Vélez, Huracán, Temperley, Estudiantes,
Banfield, Godoy Cruz y Unión acompañan esta idea de escindir el torneo de
primera división y una eventual segunda de la órbita de AFA.
Los Equilibristas.Argentinos, Belgrano, Atlético Tucumán,
Defensa y Justicia, Rosario Central, Newell's Old Boys, Aldosivi, Colón,
Atlético de Rafaela, Lanús, PatronatoSan Martín de San Juan y Sarmiento se
muestran con posturas ambiguas con respecto a esta propuesta: les interesa
seguir bajo la órbita de AFA, pero, si este proyecto avanza, entienden que será
el lugar donde se dirima el poder político y económico. En este grupo se
destacan como principales dirigentes Nicolás Russo, Armando Pérez, en alianza
con Hugo Moyano.
Los Resistentes. Arsenal, Gimnasia y Quilmes son las más
ortodoxos que se mantienen como aliados al Ascenso Unido, eje que reúne la
mayoría de los conjuntos del fútbol de ascenso argentino y del interior que
impulsan como presidente a Chiqui Tapia.
En el resto de las categorías, fundamentalmente en el
Nacional B hay equipos que miran con cierto interés esta SuperLiga, como una
oportunidad para lograr un beneficio deportivo y económico en este
reordenamiento de los clubes
Fuente Cancha Llena
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