miércoles, 2 de marzo de 2016

"Crónica de una derrota anunciada"



Por  Esteban Chiacchio.

Insistencia con jugadores que siguen sin arribar a un nivel aceptable y decisiones tácticas que dejan de ser simple filosofía del entrenador para comenzar a tener cierto aroma a capricho.
Si Independiente había quedado con un pie afuera de la pelea por el torneo tras el tropiezo ante Rosario Central y el empate (con sabor a caída) ante Racing, lo sucedido en El Monumental frente a River Plate nos desplaza  a años luz de cualquier expectativa de alzarse con la competición que actualmente disputamos

Duele muchísimo, es cierto. Pero la negación del director técnico no ayuda: Mauricio Pellegrino deslizó ante la prensa que esto no era el final. ‘Final’ netamente este hecho no es. 

Hoy es otro día como cualquier otro y nuestra existencia no se va a apagar por una despedida adelantada de un trofeo que anhelábamos. Pero futbolísticamente hablando, Independiente demostró incapacidad de reinventarse y afronta este primer semestre completamente a la deriva, aun buscando la horma de su zapato.

El equipo no tiene identidad, una moneda corriente en estos últimos años, y las ideas comienzan a escasear. Destellos de Victor Cuesta, Nicolás Tagliafico y  Germán Denis son rescatables de la velada disputada ante River.

Y ahí caemos nuevamente en los extraños despliegues de Pellegrino, que casi religiosamente decide sacar a Denis cuando el segundo tiempo ni siquiera arribo a su mitad.

¿Es ciclo cumplido el del DT?

Esa respuesta solo se sabe puertas adentro de la institución.

¿Hay diferencias del Independiente de Pellegrino con el de Almirón?

¿Del de Pellegrino con el de Brindisi versión 2013?

¿Ó el de Gallego?

Más allá del plantel que estos entrenadores han poseído, los resultados han corrido siempre la misma suerte. La única excepción, ‘el único héroe en este lío’, es Omar De Felippe, quien si bien tampoco logró buen juego en la B Nacional, llevó al ascenso a un plantel sumamente limitado.

No podemos esquivar la polémica en torno a Diego ‘El Ruso’ Rodríguez, responsable en el gol de Lucas Alario. No podría agregar nada que no haya sido dicho en estas últimas horas.

Martín Campaña ha sido una incorporación de peso futbolístico y monetario. Merece su oportunidad, no solo por mérito propio sino por el bajo nivel que Rodríguez está demostrando en campo de juego. Pero, sobre todo, por la alarmante falta de autocrítica que el portero suele deslizar en los medios de comunicación.

Independiente está en deuda con sus hinchas. Pero pareciera que no lo sabe. O que no lo quiere saber.

Una nueva decepción que tendremos que acarrear en este poco promisorio 2016. Por lo que más quieran, jugadores y cuerpo técnico, tuerzan este presente gris.


Fuente El Gran Campeón

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