El goleador del Rojo sigue recuperándose de la rotura de
ligamento y menisco. Sueña con regresar cuanto antes y en el mismo nivel.
Albertengo sigue entrenando en las vacaciones.
(@Independiente)
Por Fabián Rodríguez y Beto Tisinovich
Grito a grito conquistó el corazón de los hinchas de
Independiente. En su primera temporada, Lucas Albertengo se adaptó con
facilidad a un club grande, a pesar de llegar desde Atlético de Rafaela. Sin
embargo, una lesión de ligamento y menisco lo privó de ser partícipe de la
recta final del 2015 y se perdió las fases decisivas de la Sudamericana, el
torneo y la Liguilla pre-Libertadores. Hoy, sólo piensa en volver a ser el que
fue.
El miércoles 30 de septiembre se tornó fatídico. En
Asunción, el Rojo se jugaba la clasificación a cuartos de final frente a
Olimpia. Lucas ingresó a los 18’ de la segunda etapa, cuando Pellegrino intentó
darle más compañía a Diego Vera, pero sobre el minuto 40 quedó tendido en el
suelo, luego de disputar la pelota con un rival.
“Se rompió algo”, le dijo a Luis Chiaradía, el médico del
plantel, mientras lo atendía en el Defensores del Chaco. El amor propio pudo
más y volvió a entrar para no dejar a sus compañeros con un jugador de menos,
ante los intentos de los guaraníes. Pero la rodilla izquierda no tenía la
fuerza habitual y los estudios realizados en Buenos Aires, un día después,
diagnosticaron rotura del ligamento cruzado anterior y del menisco interno.
En el anochecer del lunes 5 de octubre, el doctor Gustavo
Ríos llevó a cabo la cirugía que duró casi cuatro horas y que finalizó a las
dos de la madrugada del martes. “Ya pasó lo peor, ahora hay que pensar en la
recuperación”, describió el atacante de 24 años. En principio, la fecha de
vuelta estaba estipulada para finales de abril, pero hay casos como el de
Carlos Arano que volvió a las canchas en cuatro meses, las dos veces que sufrió
la lesión ligamentaria. En 2012 jugando para River y el año pasado en Huracán,
en ambas ocasiones lo operó Ríos.
Con la intención de retornar en estado óptimo, mientras el
plantel fue licenciado el 6 de diciembre, Albertengo hizo ejercicios de
kinesiología hasta el viernes 11 en Domínico. Luego, se fue de vacaciones, pasó
las fiestas en Egusquiza con sus seres queridos y a partir de mañana seguirá
con la recuperación. El cuerpo técnico no lo apurará, apostará a los trabajos
en Mar del Plata, que consistirán en el reacomodamiento y el equilibrio de la
masa muscular. Todos lo esperan. Y él sueña con ese regreso.
Fuente Olé
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