Refuerzo de lujo

Mancuello se recuperó de un desgarro y volverá a estar en el banco tras dos meses. Con Pellegrino aún no jugó ni un minuto.

 Mancuello volvió a hacer fútbol (Prensa Independiente).

Por Favio Verona

No es un regreso más. Es la vuelta de la figura más representativa, del símbolo, de aquél que supo transformar los murmullos en aplausos, del portador de un sentido de pertenencia que se derrama hacia los jugadores foráneos y los más jóvenes del grupo. Federico Mancuello nunca dejó de ejercer su liderazgo a pesar de que el físico le impidió continuar con su crecimiento sostenido en el campo de juego. El dueño de la cinta de capitán que hoy luce su compañero más fiel, el Ruso Rodríguez, jamás se despojó de las obligaciones que le impone su trayectoria. Es consciente del lugar y el rol que ocupa. Entre interminables sesiones de kinesiología para recuperarse de un desgarro en el músculo peróneo de la pierna izquierda, el volante procuró tomarse un tiempo todos los días para conversar con sus compañeros, guiarlos, aconsejarlos, darles un punto de vista desde su posición de espectador parcial.

Hoy por la tarde, Mancuello volverá a concentrarse, algo que no sucedía desde la fecha 19, cuando Independiente visitó a Colón (1-0) el 1 de agosto. El técnico todavía no confirmó si va a estar o no en el banco de suplentes, pero hace dos semanas que el volante viene entrenándose con normalidad para tratar de ponerse a punto en lo físico y futbolístico. Desde el cuerpo técnico saben que será muy difícil tenerlo en plenitud en este semestre, aunque consideran que, aun disminuido, su aporte puede ser muy importante para afrontar instancias decisivas de la Copa Sudamericana y el torneo, contemplando que el Rojo también pelea para entrar a la Liguilla Pre-Libertadores.

Mancuello se desgarró el 18 de agosto, aunque su lesión fue en una zona que demanda un tiempo de recuperación mayor a la mayoría de las rupturas fibrilares. En esa oportunidad, el volante reincidió de una lesión que había sufrido en ese músculo el 30 de julio, luego de disputar un amistoso ante Nacional de Montevideo en Villa Domínico. El último partido del capitán fue el 24 de mayo, en la caída ante Racing (0-1) que precipitó la salida de Jorge Almirón. Desde antes de ese partido arrastraba una molestia en la cresta ilíaca y luego un dolor en la zona lumbar le impidió realizar la pretemporada y frustró cualquier posibilidad de consumar una venta al exterior. Todavía no jugó ni un minuto desde que llegó Pellegrino. “Cuando lo recuperemos, va a ser un gran refuerzo”, expresó el técnico. El ídolo ya salió del taller. Y quiere volver a las pistas cuanto antes.

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