Aquino en muletas en la práctica.
Por Favio Verona
Claudio Aquino lamentó la vehemencia que utilizó Israel
Damonte al golpearlo. Ayer se confirmó que sufrió una fisura y tendrá seis
semanas de recuperación.
Se jugaba el minuto 18 del primer tiempo cuando Israel
Damonte golpeó desde atrás a Claudio Aquino, quien había armado una pared con
Martín Benítez. En ese momento, Darío Herrera, árbitro del partido, se ubicaba
de frente a la situación, aunque le dio continuidad al juego y recién lo
interrumpió al observar a ambos futbolistas tendidos en el piso. El volante
central de Estudiantes se recuperó rápidamente y ni siquiera fue amonestado,
mientras que el armador del Rojo se llevó la peor parte porque debió ser
atendido por Luis Chiaradía, médico del plantel, volvió al campo de juego pero
el dolor le impidió seguir y al rato fue sustituido por Lucas Albertengo.
Ayudado por el doctor llegó al banco y en ese momento, según
sus palabras, tuvo un intercambio de palabras con un asistente (Ariel Scime era
el 1 y Rodrigo Pafundi el cuarto árbitro), al reclamarle una sanción
disciplinaria para el jugador del Pincha: “Hablé con uno de los jueces de línea
y me respondió: ‘¡Andá a jugar a otra cosa!’. Así como ellos nos exigen
respeto, deberían tenerlo hacia nosotros. No se pueden comportar así, deberían
contestar de otra forma”. Y agregó sobre Herrera: “Después de la patada que me
dio Damonte, se le fue el partido de las manos”.
Durante la disputa del ST, Aquino fue trasladado a un
sanatorio. Le hicieron radiografías y ayer, luego de un estudio más severo,
recibió el diagnóstico: fisura del maleolo peroneo de la pierna izquierda. Fue
enyesado y tendrá seis semanas de recuperación.
“Damonte debería haber sido expulsado. No hay que jugar como
si fuera una guerra”, describió el 33 del Rojo sobre la vehemencia que utilizó
su rival para cometerle la infracción. Enseguida, relató que se quedó perplejo
luego de charlar con el volante platinado: “Hablé con él, pero me dio una
explicación increíble. Dijo que fui yo quien lo chocó a él, pero yo estaba de
espaldas y lo único que hice fui darle un pase a mi compañero”.
El volante de 24 años había bajado cinco kilos en el receso
y se ganó un lugar en la consideración de Pellegrino. El cuerpo técnico y la CD
se mostraron disgustados con lo ocurrido.
Fuente Olé
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