Luces bajas y ganar ante todo, el semestre que se le viene a Independiente

Por Rodrigo Tamagni 

Pragmático, Pellegrino mostró un boceto de lo que será Independiente durante esta parte de año: intensidad en la marca, vértigo y escaso interés por el volumen de juego. Sin la búsqueda de un brillo, para que esta idea se asiente faltan pulir demasiadas cosas. Positivo empezar ganando para empezar a darle forma al sueño de la Sudamericana

Ya nos quedó claro en sus anteriores equipos y en la tarde del Libertadores de América lo reafirmó: Pellegrino no está interesado en que sus equipos brillen demasiado y sí buscará ganar, por más que eso signifique un sufrimiento durante 90 minutos. Independiente padecerá mucho y generará más aplausos por el sacrificio que por el volumen de la jugada en cuestión.

Pisano por una banda y Benítez por la otra. Explosión en ellos. Méndez haciéndose cargo de la usina de ideas y Valencia intentando oficiar de esa compañía de peso dentro del área que tan bien le hizo a Albertengo en Atlético Rafaela. Pragmático, utilitario. El nuevo Independiente parece que no se hará demasiado problema porque la pelota rote y esté, mayoritariamente, en camisetas rojas. Lo prioritario será llegar con urgencia al arco contrario.

Pellegrino pretende plantar un equipo que, en muchos casos, será más fuerte en el contragolpe que en la creación. La apuesta al vértigo por las líneas de cal y las fichas directas al olfato de los centrodelanteros. Valencia hoy falló tres claras e hizo una, con eso ya quedó en claro que tendrá que ser más efectivo para que la idea del DT no empiece a causar disgustos.

Si usted esperaba dominios abrumadores, parece que este no será su semestre. Prepare el Rosario y téngalo cerca, queda la sensación que será un equipo listo para sufrir. Más resguardados, los defensores ya no tendrán excusas para errores insólitos como en tiempos anteriores. Ante Olimpo, igual, comenzaron con el pie izquierdo: falla exasperante y gol rival.

Ya empezando a pensar en la Sudamericana, suena interesante el compromiso en la intensidad que se mostró a la hora de recuperar la pelota. Aunque habrá que afinar mucho, principalmente, porque el equipo quedó supeditado al comando de un Méndez que bien sabe de intermitencias. Hoy funcionó a la perfección, pero sus apariciones son de ruleta.

¿Volumen de juego? ¿Control de pelota? ¿Juego asociado? Ideas del pasado. El futuro será de vértigo, adrenalina y golpe por golpe. ¡A dominar el centro del ring e imponer esa idea!

Fuente Play Fútbol