Méndez pelea una pelota con Viatri. (DYN)
Banfield e Independiente empataron en el Sur. El Rojo
mereció más pero su karma estuvo otra vez en la definición. El local no jugó
bien pero de tanto insistir se llevó un punto.
Mereció más Independiente. Generó situaciones y no ganó
porque falló en la definición. No mereció más Banfield. No jugó bien y le costó
crear peligro. Pero el empate final fue un premio a su insistencia, a su
búsqueda constante y a su planteo ofensivo aun descuidando la zona
defensiva. Y para el Rojo resultó un
castigo por su propia impericia para rematar un partido que se le presentó
favorable desde el comienzo.
Bastaron apenas 6 minutos de juego para confirmar que la
zona del círculo central del campo iba a ser de paso. Que se podría resembrar
ese sector de la cancha en pleno partido que no iba a interceder en el juego.
Ya desde la formación se veía la naturaleza ofensiva de ambos. Dos volantes
netos de un lado (Domingo y Erviti) y dos del otro (Méndez y Mancuello). Y así
fue. En esos primeros seis minutos hubo dos situaciones de gol para cada
equipo. En ese vertiginoso ida y vuelta, con escasa voluntad para generar juego
a partir de la pausa, fue Independiente que sacó ventaja gracias a una mayor
precisión y aceleración de tres cuartos de cancha hacia adelante. Con Pisano
haciendo la diagonal de derecha a izquierda para juntarse con Mancuello y
Pizzini, el Rojo rompió el cero defensivo de Banfield y empezó a generar
peligro. Fue justamente Pisano el encargado de abrir el marcador con un golazo.
Entró por el carril derecho, gambeteó a Bianchi Arce en una baldosa y definió
picándosela a Pellegrino para el 1 a 0.
De contra, porque Banfield fue con todo a buscar el empate
aunque sin demasiadas ideas, el Rojo de Almirón tuvo algunas chances claras
para liquidarlo pero fallaron Pizzini, Benítez y Albertengo. Banfield se animó
sobre el final del primer tiempo y tuvo el empate a través de un potente remate
de Erviti que se fue cerca del travesaño y a un centro rasante al corazón del
área que Bertolo, por un cachito, no llegó a conectar.
En el segundo tiempo, con el ingreso de Bellocq por Benítez,
Almirón intentó hacerse fuerte en la mitad de la cancha para salir aprovechando
los contragolpes ante un Banfield que dejaba muchos espacios atrás. Y claro,
era lógico que las ocasiones para el visitante volvieran a aparecer. Pero otra
vez falló en la definición y dejó vivo a un equipo que no dejó de pensar en
atacar. Y tanto fue que, en un corner, la pelota le quedó a Asenjo, el
delantero remató desviado pero la pelota pegó en Bellocq y se metió en el arco.
De ahí al final, el partido estuvo para cualquiera de los
dos. Se lo perdió increíblemente Mancuello pero en la siguiente el Ruso
Rodríguez desvió al corner un remate de Cuero. Y fue 1-1. Premio para Banfield
por lo que insistió y castigo para el Rojo por lo que desperdició.
Fuente Olé
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