lunes, 4 de mayo de 2015

Premio y castigo




 Méndez pelea una pelota con Viatri. (DYN)

Banfield e Independiente empataron en el Sur. El Rojo mereció más pero su karma estuvo otra vez en la definición. El local no jugó bien pero de tanto insistir se llevó un punto.
Mereció más Independiente. Generó situaciones y no ganó porque falló en la definición. No mereció más Banfield. No jugó bien y le costó crear peligro. Pero el empate final fue un premio a su insistencia, a su búsqueda constante y a su planteo ofensivo aun descuidando la zona defensiva.  Y para el Rojo resultó un castigo por su propia impericia para rematar un partido que se le presentó favorable desde el comienzo.

Bastaron apenas 6 minutos de juego para confirmar que la zona del círculo central del campo iba a ser de paso. Que se podría resembrar ese sector de la cancha en pleno partido que no iba a interceder en el juego. Ya desde la formación se veía la naturaleza ofensiva de ambos. Dos volantes netos de un lado (Domingo y Erviti) y dos del otro (Méndez y Mancuello). Y así fue. En esos primeros seis minutos hubo dos situaciones de gol para cada equipo. En ese vertiginoso ida y vuelta, con escasa voluntad para generar juego a partir de la pausa, fue Independiente que sacó ventaja gracias a una mayor precisión y aceleración de tres cuartos de cancha hacia adelante. Con Pisano haciendo la diagonal de derecha a izquierda para juntarse con Mancuello y Pizzini, el Rojo rompió el cero defensivo de Banfield y empezó a generar peligro. Fue justamente Pisano el encargado de abrir el marcador con un golazo. Entró por el carril derecho, gambeteó a Bianchi Arce en una baldosa y definió picándosela a Pellegrino para el 1 a 0.

De contra, porque Banfield fue con todo a buscar el empate aunque sin demasiadas ideas, el Rojo de Almirón tuvo algunas chances claras para liquidarlo pero fallaron Pizzini, Benítez y Albertengo. Banfield se animó sobre el final del primer tiempo y tuvo el empate a través de un potente remate de Erviti que se fue cerca del travesaño y a un centro rasante al corazón del área que Bertolo, por un cachito, no llegó a conectar.

En el segundo tiempo, con el ingreso de Bellocq por Benítez, Almirón intentó hacerse fuerte en la mitad de la cancha para salir aprovechando los contragolpes ante un Banfield que dejaba muchos espacios atrás. Y claro, era lógico que las ocasiones para el visitante volvieran a aparecer. Pero otra vez falló en la definición y dejó vivo a un equipo que no dejó de pensar en atacar. Y tanto fue que, en un corner, la pelota le quedó a Asenjo, el delantero remató desviado pero la pelota pegó en Bellocq y se metió en el arco.

De ahí al final, el partido estuvo para cualquiera de los dos. Se lo perdió increíblemente Mancuello pero en la siguiente el Ruso Rodríguez desvió al corner un remate de Cuero. Y fue 1-1. Premio para Banfield por lo que insistió y castigo para el Rojo por lo que desperdició.


Fuente Olé

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