Ilustró rrrojo
Por Claudio Mauri.
Está tan inspirado y con tanto ascendiente sobre el plantel,
que Federico Mancuello deja alguna perla hasta cuando no juega. En medio del
fastidio generalizado del domingo por la suspensión en la cancha de Arsenal, el
volante de Independiente, rápido de reflejos, sacó una foto desde el vestuario
del campo inundado y escribió en su cuenta de Twitter que el partido se
suspendía porque el agua tapaba a Matías Pisano, uno de los compañeros de menor
estatura. Al mal tiempo, buena cara.
Mancuello está en el podio de los mejores del torneo. Es el
futbolista que en la temporada 2011/12 se fue a préstamo a Belgrano. Era un
volante liviano y ligero, pero daba sensación de fragilidad y se dudaba de su
buen criterio para terminar las jugadas. Pegado a la banda izquierda del
ataque, el oído le zumbaba de los rezongos que le pegaba el Tolo Gallego.
Por entonces, pocos en Independiente se desvelaban por si
Mancuello volvía o no. Ayer, toda la familia roja se sintió aliviada y contenta
cuando supo que renovaba el contrato hasta diciembre de 2016. Los hinchas no
sólo deben sentirse satisfechos porque seguirán teniendo a alguien que se
destapó con goles (9, a uno de Teo Gutiérrez, el máximo anotador) y conducción
desde zonas más centradas, ya no tan abierto, ubicación que supo encontrarle
Jorge Almirón.
Los simpatizantes también tienen que celebrar que Mancuello
es protagonista de una historia cada vez más inusual en estos tiempos de
prioridades económicas, de juntarse con la mayor cantidad de dinero lo antes
posible: antepuso su sentimiento por Independiente antes que asegurarse su
futuro. Como su contrato vencía en junio del año próximo, Mancuello estaba en
condiciones a partir del 1° de enero de negociar ofertas para emigrar a mediados
de 2015. El negocio hubiese sido fabuloso para él y ruinoso para Independiente,
que no habría visto un peso, ya que se hubiese ido con el pase en su poder,
como lo estipula la reglamentación. Obviamente, con su actualidad futbolística,
no le faltaron propuestas que mueven el piso. Su representante, Jorge
Cyterzspiller, tenía interesados de varias partes del mundo con moneda fuerte.
Mancuello le ordenó rechazarlas todas porque la prioridad era de Independiente.
Inter de Porto Alegre, para que sea compañero de
D'Alessandro, estaba dispuesto a pagarle 4 millones de dólares (cifra que
incluía el valor de su pase y el contrato) por un vínculo de tres años. Podría
haber especulado para su exclusivo beneficio,
No viene a cuento revelar las cifras, pero en Independiente
se quedará por un monto muy inferior. "El corazón manda. Mi familia es
toda de Independiente. Estamos contentos de haber renovado", dijo ayer
tras estampar la firma. Mancuello transmitió fidelidad y compromiso con el
Rojo, sin caer en la demagogia de que se quedaría a vivir en el club de sus
amores. No necesita ser Bochini para entrar en la categoría de ídolo. Reconoció
que en el futuro le gustaría jugar en alguna liga europea, preferentemente en
Inglaterra. Tiene 25 años. Con Independiente sufrió el descenso y cumplió con
la obligación de devolverlo a primera. Ahora que le toca ser figura, eligió
quedarse un tiempo más. Y si en el corto plazo emigra por alguna oferta
irresistible, Independiente embolsará una cifra millonaria. Así es este Mancuello,
jugador de equipo y de club.
Fuente La Nación
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