Por Carlos Maidana
Federico Mancuello desechó 5 posibilidades concretas de una
venta al exterior a partir del 30 de diciembre, por la cual a Independiente no
le hubiese quedado un sólo peso. Todo por renovar con el Club.
“Si la traba hubiese sido económica, yo en 30 días tenía la
chance de salvar a mi familia. Pero elegí firmar. Si hubo otras ofertas, ahora
no interesa. Eso que lo digan otros”, dijo, palabras más, palabras menos,
Federico Mancuello, tras extender su contrato con Independiente.
Y no mentía ni exageraba el Capitán, que rechazó 5 ofertas
millonarias, priorizando su renovación.
Debido a la nueva legislación – vigente hace ya unos años –
los jugadores pueden firmar un vínculo con un nuevo club, desde 6 meses antes a
la finalización de su contrato actual. Es decir, que de no renovar, Mancuello
podría haber firmado en diciembre un contrato con cualquier club que quisiera
contar con él. Y claro, por esta operación, Independiente no vería un sólo
centavo.
Cuando hay una operación de club a club por la compra de un
jugador, se estima una cláusula de rescisión del contrato vigente. Es decir que
al club dueño del patrimonio a vender, le debe quedar una cantidad mínima de
dinero, libre de impuestos, por la venta de dicho jugador. Esa cifra – 5
millones de dólares en el caso de Mancuello – eleva la oferta, entre tasas,
comisiones y otras cuestiones, alrededor de un 35 por ciento. Claro que, cuando
el interesado no tiene la necesidad de negociar con ningún club puede ofertar
esa cifra inicial, la cual quedaría en todo concepto para el jugador, que luego
le pagará a su representante la comisión correspondiente.
Mancuello no tuvo una posibilidad de hacer esto, sino 5.
La primera – y
posiblemente la más importante – era la del Internacional de Porto Alegre, que
estaba dispuesto a erogar 5 millones de dólares para hacerse con el volante a
partir de junio próximo, firmando un precontrato en diciembre.
“Si la traba hubiese sido económica, yo en 30 días tenía la
chance de salvar a mi familia”, repitió Mancuello, que estaba en lo cierto.
Además del Inter de Brasil, una oferta similar estaba en
poder de Jorge Czysterpiller – agente del jugador – de parte del Valencia de
España. Los trascendidos hablan de una suma cercana a la ofrecida por los
brasileños. Un dato no menor es que el volante accedió a la ciudadanía europea
en junio. Pero además de otra propuesta, algo menor, también del fútbol
español; se habían contactado de la primera de Italia y hasta de los Emiratos
Árabes. Pero Mancuello – a sabiendas, tanto él como los dirigentes, de que en
diciembre muy posiblemente llegue una oferta -, eligió renovar. Para que cuando
la venta se de, sea el club del cual es hincha quien reciba ese dinero.
“Tengo que ser un espejo para los más chicos”, también dijo
Mancuello, que seguramente algo aprendió de los que antes que él, hicieron algo
por Independiente. Hace más de 10 años y a poco más de dos semanas de quedar en
libertad de acción, Gabriel Milito tuvo un gesto similar al firmar con
Independiente, luego de tener en su casa los pasajes enviados por el Olympique
de Marsella francés, el Zaragoza español – que más tarde terminaría
contratándolo – , el Cagliari italiano y el Bayer Leverkusen alemán. Como bien
cuenta en su libro Historia de un Mariscal, el periodista Vicente Muglia
refleja la elección del hoy DT de la reserva: “No podía hacerle eso a
Independiente, que fue vital en mi carrera y además soy hincha”.
Los gestos, a veces – por suerte -, se multiplican y se
replican. Antes fue Milito, que además hoy está realizando una obra en Villa
Domínico, junto a Sergio Agüero, otro producto genuino de las inferiores.
Hoy le toca a Mancuello.
Porque no sólo se es grande con la pelota en los pies.
Fuente Infierno Rojo
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