El bahiense metió un gol en la vuelta del Rojo a Primera
ante Rafaela.
Francisco Pizzini recordó el dolor que sintió por el
descenso de Independiente y contó que "lloraba y no podía dormir".
Por eso hoy disfruta al máximo este presente: "Me veo distinto, ya no
tenemos la mochila del ascenso".
No fue sencillo para los jóvenes de Independiente vivir los
últimos partidos en Primera que terminaron con el descenso ni el año entero que
pasó el Rojo en la B Nacional. Sobre todo, por la tremenda presión que tenían
desde afuera para ascender. Francisco Pizzini, uno de los que debieron pasar
por esas experiencias, contó: "Lo sufrí como hincha, lloraba, no podría
dormir a la noche... Fue duro porque sí o sí teníamos que salir a ganar en
todas las canchas".
Con el equipo de vuelta en la máxima categoría, el clima en
el Rojo de Avellaneda cambió notablamente. "Con constancia y con trabajo
pudimos lograr lo que queríamos y más que nada recuperar esa alegría que no
teníamos", expresó el volante, en una entrevista con American Closs. Con
sólo 20 años y ahora en una realidad muy distinta, el delantero vive y juega
con otro ánimo. "Me veo distinto. Ya no tenemos la mochila del ascenso y
se nos hace más fácil", finalizó.
Fuente Olé
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