Luego de no llegar a un acuerdo con la nueva dirigencia
liderada por Hugo Moyano, el DT dio un paso al costado
Omar De Felippe
cumplió 322 días al frente del Rojo.
Foto: Archivo
Luego de 322 días, Omar De Felippe se despidió de
Independiente y no cumplirá ese gran sueño que varias veces manifestó de
dirigir al Rojo en Primera División.
El ex técnico de Olimpo y Quilmes resistió muchos momentos
endebles de su ciclo y consiguió el gran objetivo de coronar el Operativo
Retorno, luego del histórico descenso que sufrió el club de Avellaneda en sus
109 años de historia.
Repaso por los puntos salientes de la era De Felippe
Cuatro partidos, otro DT y racha positiva.Miguel Angel
Brindisi dio la cara tras la campaña del descenso y se animó a dirigir al
equipo en el Nacional B, pero sólo estuvo cuatro fechas. Tras dos empates y dos
derrotas, llegó Omar De Felippe. Con De Felippe, el triunfo llegó ante Huracán
y se cortaron 12 partidos sin éxitos (entre Primera y Nacional B). El equipo se
fue acomodando y no perdió en 18 de los siguientes 19 encuentros.
Tardó, pero llegó a la zona de ascenso. En diciembre, un
triunfo ante Patronato puso al Rojo entre los primeros tres lugares de la
tabla. Pese a la expectativa inicial de una buena campaña para volver, la
reacción se hizo esperar y el Rojo recién se ubicó en el podio a fin de año.
Un inicio de año para el olvido. Si en diciembre todo era
alegría, en febrero empezó el calvario. Pese a la llegada de Insúa ,
Independiente ganó dos de los primeros 12 partidos de 2014. La marca lo fue
alejando de la cima, pero además lo llevó al barro de la pelea con otros
equipos, como Instituto, Huracán, Atlético de Tucumán o Crucero del Norte.
Crucero, el final de Cantero. En la fecha 34, la derrota por
3-1 frente a Crucero del Norte le puso fin al mandato de Javier Cantero como
presidente de Independiente. Prefirió dar un paso costado ante los malos
resultados y para descomprimir ante la presión de los socios, la oposición y la
barra.
La reacción. Después de Crucero, el sprint final fue clave.
Es más, alcanzó un cierre con tres triunfos al hilo (Douglas Haig, Defensa y
Justicia, Instituto) y un empate (Patronato), aunque la igualdad lo llevó al
desempate con Huracán, para estirar aún más la agonía. El Rojo sacó provecho
del mal cierre de torneo de sus rivales directos. Ahí, Independiente no perdonó
y celebró el ansiado regreso a Primera.
Las elecciones y la llegada de Hugo Moyano al poder. En las
elecciones anticipadas, el líder de la CGT opositora arrasó con casi el 70% de
los votos y logró transformarse en el sucesor institucional tras la gestión
Cantero.
El punto final a un sueño que no se concretará. Pese a
mantener en el horizonte pensar siempre en el objetivo del ascenso en sus
frases más destacadas en este tiempo ratificó sus ganas de conducir los
destinos del Rojo en primera división. Ese anhelo hoy quedó en la nada.
Fuente Cancha Llena
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