Por Fernando Gourovich
El zurdo de 21 años dice que “ahora hay que despegar”.
Elogia a Montenegro y asegura: “No tenemos gente para jugar al pelotazo”.
Siete partidos y un gol. Lleva Matías en Independiente.
MARCELO
GENLOTE.
Cambió el clima. Se palpa en el ambiente. Ya no hay gestos
rígidos ni miradas tristes.
Recuperó algo de tranquilidad Independiente.
Por
los últimos resultados, por algunas señales que entregó el equipo ante Villa
San Carlos, por lo que transmite Omar De Felippe y por las pinceladas de Matías
Pisano.
Después de varios amagues, el ex Chacarita se ganó un puesto en el once
titular. Se acomodó en el costado derecho del ataque y desde ahí genera juego.
Y situaciones de gol. Pasó contra Banfield. Pasó también contra Villa San
Carlos...
“Que te salgan bien las cosas y que el equipo gane es algo
redondo. Yo estoy conforme con lo que vengo rindiendo, con mi adaptación a este
club; pero mucho más contento estoy con lo que sumamos en estos cuatro
partidos. Después de perder contra Atlético Tucumán tocamos fondo y no quedaba
otra que levantarse. Ahora hay que despegar”, dice a Clarín este pequeño gran
atacante de 21 años que acumula 340 minutos con la camiseta del Rojo (7
partidos y un gol, en Tucumán).
-Da la sensación que desde la llegada de Omar De Felippe se
acomodaron a la categoría, ¿no?
-Puede ser que haya esa sensación porque sumamos ocho de
doce. Era lo que necesitábamos. Ganar, encadenar un par de buenos resultados
como para serenarnos. Ahora hay que seguir así, en esta senda, esforzándonos.
Estos resultados nos dan tranquilidad. La gente creo que también va a comenzar
a tener más paciencia.
-Del encuentro frente a Villa San Carlos, más allá de la
victoria, ¿qué rescatás?
-Que pudimos generar varias chances de gol netas, cosa que
no habíamos logrado hasta acá. Incluso en la jugada del gol hubo una linda
triangulación. Cuanto más de esas jugadas generemos, más cerca de poner
jugadores delante del arquero vamos a estar. Nos falta que la emboquen Parra,
Menéndez y Penco para que los delanteros se liberen. También destaco que
mantuvimos la valla en cero, algo que en esta categoría suma.
-Y, paulatinamente, se van encontrando sociedades, como la
tuya con el Rolfi Montenegro.
-Sí, eso es realmente es positivo. Es lo que pretende el
entrenador, que nos juntemos, que toquemos, que armemos sociedades en
diferentes sectores de la cancha. Tenemos jugadores de mucha calidad y
experiencia, de buen pie. Por eso, nuestros caminos para llegar al arco deben
ser por abajo. No tenemos gente como para jugar al pelotazo. Tenemos una idea
principal. Después, por ahí, hay momentos que el trámite del partido te lleva a
hacer otra cosa.
-¿Qué significa tirar paredes con Montenegro?
-El Rolfi es un grande. Uno trata de serle útil al equipo,
de entregarse por completo. Con jugadores como él, siempre es más fácil jugar.
Te la devuelve siempre redonda. Es un crack.
-¿Cómo se hace para jugar con tantas presiones?
-Y hay que hacerlo... Todos los que estamos acá, los que
vinimos y los que estaban, sabemos que tenemos la obligación de ascender.
Debemos convivir con eso e intentar en lo posible de dejar esas presiones
afuera de la cancha.
-El entrenador, al asumir, dijo que pretendía llegar sexto o
séptimo al receso. Ustedes, los jugadores, ¿también tienen esa meta?
-Hay que ir creciendo fecha tras fecha. Yo prefiero ir de
menor a mayor. El Nacional es largo y competitivo. La segunda mitad es la más
complicada. Hay que sumar lo que más podamos ahora y apuntarle a llegar bien
afilados al final.
Fuente Clarín
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.