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lunes, 3 de junio de 2013

Nosotros sí





Por Cristian Fernández

Tras el peor fin de semana de todos los que se podían dar y eso que Independiente no perdió y todavía no jugó San Martín de San Juan, nosotros los hinchas quedamos destrozados.

Nadie habrá logrado dormir. Nadie lo entiende. Nadie nunca se lo imaginó, ni siquiera cuando ya nos habían contado 8 segundos y pudimos levantar la guardia para seguir luchando. Tampoco está consumado, pero esta realidad marca que ya está.

Insoportable será el dolor, la bronca y la impotencia. Sin embargo hay que caer de pie. En las tribunas sin dañar, pero chorreando lágrimas de sangre. Otra no queda. La grandeza no se debe perder, no se debe olvidar y no se debe traicionar.

Anoche tras el triunfo raro del Bicho ante un River apático que nunca lo quiso ganar y traicionó una vez más su chica historia, todos necesitábamos un abrazo. Alguien que nos ayudara a llevar este trance. Alguien que comparta el frío y la soledad de una típica noche que augura un invierno desolador y un Independiente manchado para siempre.

Y muchos se preguntarán, mientras leen, a quién me refiero por “Ellos”. No, no hablo de Racing, que desde que nací una vez sola lo vi festejar por un triunfo propio y, encima, como dijo su actual Presidente “de casualidad”. Tampoco hablo de los Estudiantes ni los River que no jugaron con la intensidad que sus clubes amerita, o quizás sí y ahora vemos lo chico que son.

Tampoco a los árbitros, ni ala AFAporque más allá de todo hace décadas que nos vienen tirando al fuego y como somos tan grandes tuvieron que trabajar mucho. Idear demasiado y dañar atacando en todo.

No. Me refiero a todos los que llegaron al club para dirigirlo hace quince años. A todos los que ahora si tienen un poco de remordimiento sus conciencias estarán liquidando. A los que armaron planteles mediocres, a los que los armaron a puro negocio. A los que se llevaron todo. A los que nos hundieron. A los que hicieron mierda a Independiente.

Hoy subo al bondi, camino por la calle y si veo una cara triste, siento que está igual que yo. Y ahí pienso en los tipos del párrafo anterior. Seguro son inescrupulosos y están frotando sus manos para volver como dioses y “devolver al Rojo a donde debe estar”. Ya está, ya nos hicieron mierda. Ni el mote de hijos de puta les queda bien.

¡Ah! Y a los jugadores… no les permito que se caigan, tienen todavía que dejar todo en estos tres partidos y ver qué pasa. Dependemos de la honestidad de otros y, hoy en Argentina esa palabra parece que quedó enganchada en el fondo del mar atada a un ladrillo. Pero bueno… Nosotros sí, los hinchas comunes estamos destruidos, los demás no tienen derecho.

Lamentablemente es así y en este panorama… como me duele Independiente, pero igual nadie lo va a poder arrancar de mí. Nunca.


Fuente Infierno Rojo

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