Ilustró rrrojo
Faltan tres fechas de esas que no son para ganar un
campeonato.
Ni otra Copa más.
Son para salvar nuestro ORGULLO.
Ningún club está excento de perder la primera
categoría.
Ni los bosteros que accedieron a ella “por decreto”.
Ni nuestros "rivales" de barrio, sin dignidad, que volvieron a primera sin ganar nada.
Ni nuestros "rivales" de barrio, sin dignidad, que volvieron a primera sin ganar nada.
Pero nos golpearía, y mal. A Mí personalmente como a
tantos otros Diablos de Raza y estirpe Roja.
Es momento de sumar, de rezar, pero no de olvidar
porque llegamos adonde estamos.
Hagamos memoria. No es cuestión del último año.
Viene de atrás.
Y hay responsables a quiénes buscar.
En los últimos tiempos todo parece recaer en la actual
conducción.
Que encontró un club en bancarrota, con el plantel
diezmado y con pocas posibilidades económicas para reforzarlo.
Seamos justos y equilibrados.
Veamos el caño que impidió que el “picante” o el "Rolfi"
torcieran la historia.
Veamos TODO
Y después de esto SI. Busquemos responsables.
CON MEMORIA, PERO IMPLACABLES.
ALGUIEN O ALGO PROVOCÓ ESTO.
Y VAMOS A ENCONTRARLO. Y DEBE PAGAR.
Después de estas tres fecha te digo si con la horca o con silla eléctrica.
Va una fábula Rojo, no para conformarte.
Solo con el ánimo de CONFORTARTE
Existían
millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas,
plateadas, rojas, doradas, rojas y azules.
Un día inquietas, ellas se acercaron a Dios y
le dijeron: Señor Dios, nos gustaría vivir en la Tierra entre los hombres.
-Así será hecho, respondió el Señor-. Las
conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas para que puedan bajar
para la Tierra.
Cuentan que en aquella noche, hubo una linda
lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias,
otras fueron a jugar y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras
se mezclaron con los juguetes de los niños y la Tierra quedó maravillosamente
iluminada. Pero con el pasar del tiempo, las estrellas regresaron al cielo,
dejando la Tierra obscura y triste.
-¿Porqué volvieron?. Preguntó Dios, a medida
que ellas iban llegando al cielo.
-Señor, no nos fue posible permanecer en la
Tierra. Allá existe mucha miseria y violencia, mucha maldad, mucha
injusticia... Y el Señor les dijo:
-¡Claro! El lugar de ustedes es aquí en el
cielo. La Tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel
que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto. El cielo es
el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece.
Después que llegaron todas las estrellas y verificando su número, Dios habló de
nuevo:
-Nos está faltando una estrella. ¿Será que se
perdió en el camino?
Un ángel que estaba cerca replicó:
-No Señor, una estrella resolvió quedarse
entre los hombres. Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la
imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y
dolor.
-Más, ¿qué estrella es esa?. Volvió Dios a
preguntar.
-Es la Esperanza Señor. La estrella roja. La
única estrella de ese color.
Y cuando miraron para la Tierra, la estrella
no estaba sola. La Tierra estaba nuevamente iluminada porque había una estrella
roja en el corazón de cada persona.
Porque el único sentimiento que el hombre
tiene y Dios no necesita tener es la Esperanza.
Dios ya conoce el futuro y la
Esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel que yerra, de aquel
que no es perfecto, de aquel que no sabe cómo será el futuro.
Autor anónimo.
Fuente: Independiente de Paladar Negro por rrrojo
Prohibida su reproducció total o parcial sin mención de la fuente
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