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domingo, 2 de junio de 2013

Editorial de este blog - Dios y las estrellas -



Ilustró rrrojo


Faltan tres fechas de esas que no son para ganar un campeonato.

Ni otra Copa más.

Son para salvar nuestro ORGULLO.

Ningún club está excento de perder la primera categoría.

Ni los bosteros que accedieron a ella “por decreto”.

Ni nuestros "rivales" de barrio, sin dignidad, que volvieron a primera sin ganar nada.

Pero nos golpearía, y mal. A Mí personalmente como a tantos otros Diablos de Raza y estirpe Roja.

Es momento de sumar, de rezar, pero no de olvidar porque llegamos adonde estamos.

Hagamos memoria. No es cuestión del último año.

Viene de atrás.

Y hay responsables a quiénes buscar.

En los últimos tiempos todo parece recaer en la actual conducción.

Que encontró un club en bancarrota, con el plantel diezmado y con pocas posibilidades económicas para reforzarlo.

Seamos justos y equilibrados.

Veamos el caño que impidió que el “picante” o el "Rolfi" torcieran la historia.

Veamos TODO

Y después de esto SI. Busquemos responsables.

CON MEMORIA, PERO IMPLACABLES.


ALGUIEN O ALGO PROVOCÓ ESTO. 


Y VAMOS A ENCONTRARLO. Y DEBE PAGAR.


Después de estas tres fecha te digo si con la horca o con silla eléctrica.


Va una fábula Rojo, no para conformarte.

Solo con el ánimo de CONFORTARTE

Existían millones de estrellas en el cielo. Estrellas de todos los colores: blancas, plateadas, rojas, doradas, rojas y azules.

Un día inquietas, ellas se acercaron a Dios y le dijeron: Señor Dios, nos gustaría vivir en la Tierra entre los hombres.

-Así será hecho, respondió el Señor-. Las conservaré a todas ustedes pequeñitas, como son vistas para que puedan bajar para la Tierra.

Cuentan que en aquella noche, hubo una linda lluvia de estrellas. Algunas se acurrucaron en las torres de las iglesias, otras fueron a jugar y a correr junto con las luciérnagas por los campos, otras se mezclaron con los juguetes de los niños y la Tierra quedó maravillosamente iluminada. Pero con el pasar del tiempo, las estrellas regresaron al cielo, dejando la Tierra obscura y triste.

-¿Porqué volvieron?. Preguntó Dios, a medida que ellas iban llegando al cielo.

-Señor, no nos fue posible permanecer en la Tierra. Allá existe mucha miseria y violencia, mucha maldad, mucha injusticia... Y el Señor les dijo:

-¡Claro! El lugar de ustedes es aquí en el cielo. La Tierra es el lugar de lo transitorio, de aquello que pasa, de aquel que cae, de aquel que yerra, de aquel que muere, nada es perfecto. El cielo es el lugar de la perfección, de lo inmutable, de lo eterno, donde nada perece.

Después que llegaron todas las estrellas y verificando su número, Dios habló de nuevo:

-Nos está faltando una estrella. ¿Será que se perdió en el camino?

Un ángel que estaba cerca replicó:

-No Señor, una estrella resolvió quedarse entre los hombres. Ella descubrió que su lugar es exactamente donde existe la imperfección, donde hay límite, donde las cosas no van bien, donde hay lucha y dolor.

-Más, ¿qué estrella es esa?. Volvió Dios a preguntar.

-Es la Esperanza Señor. La estrella roja. La única estrella de ese color.

Y cuando miraron para la Tierra, la estrella no estaba sola. La Tierra estaba nuevamente iluminada porque había una estrella roja en el corazón de cada persona. 

Porque el único sentimiento que el hombre tiene y Dios no necesita tener es la Esperanza.

Dios ya conoce el futuro y la Esperanza es propia de la persona humana, propia de aquel que yerra, de aquel que no es perfecto, de aquel que no sabe cómo será el futuro.

Autor anónimo.


Fuente: Independiente de Paladar Negro por rrrojo

Prohibida su reproducció total o parcial sin mención de la fuente

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