Por Nicolas Brusco
Después de la dolorosa derrota frente a Arsenal, el
gran dilema del mundo Independiente parece tener únicamente un nombre y
apellido: Ernesto Farías.
Los números en este 2013 no lo acompañan y su
rendimiento mucho menos. Sumado a la inmejorable situación desperdiciada frente
a Newel’ls en la primera fecha hace que muchos hinchas pongan el ojo encima del
9 y pidan a viva voz su reemplazo de cara a lo que viene.
Ahora bien, sería apropiado plantearse una serie de
preguntas acerca del momento que atraviesa Farías y si la única solución es que
Gallego dedica reemplazarlo.
Principalmente porque el equipo hace bastante tiempo que muestra que no
juega para el centro delantero y eso hace que entre en poco contacto durante el
partido. Al margen de la situación dilapidada en Sarandí, Farías no tuvo otra
opción de gol. Y lo mismo padeció en los partidos jugados este año.
Farías ha tenido pocas posibilidades para convertir y
lamentablemente no ha podido. Aunque si uno lo compara con otro momento del
Tecla en Independiente, ya le había tocado esto de padecer una sequía goleadora
pero se lo veía participativo, sacrificado y voluntarioso. Hoy, ni siquiera
suple esa falta de gol con otras virtudes y eso hace que vaya perdiendo el
crédito ante el cuerpo técnico.
Sin embargo, hoy la gran mayoría cree que Farías debe
salir del once inicial y resulta lógico en cierto punto. De acuerdo a algunas
informaciones, el Tolo tendría decidido quitarle la titularidad, y sumada a la
lesión de Montenegro, y apostaría por dos jugadores que venían siendo
suplentes; un Leguizamón que desde que llegó a Independiente mostró poco y nada
de lo que había rendido en su anterior club. Y que no justificó la suculenta
inversión económica que el club realizó. Y su acompañante sería Caicedo, un
delantero desconocido en un 99,99% del fútbol argentino y que aún no se sabe si
es un atacante que juega por afuera o por dentro. Apenas algunos minutos sumados en los 4 partidos que se
llevan disputados dan muestra que no aparenta ser ese 9 de jerarquía que
precisaba Independiente para afrontar este semestre.
Por eso creo que el problema en ofensiva de
Independiente es el recambio. No hay un reemplazante natural para Farías y ese
es el gran inconveniente. Porque el Tecla no está pasando un buen momento y si
el técnico decide sacarlo del equipo resulta justo. Pero nada garantiza que
quién lo reemplace pueda mejorar el rendimiento. En el banco no está ninguno de
los tantos posibles refuerzos mencionados durante la pretemporada que
entusiasmaron a la gente. ¿En donde quedó la repetida frase sobre qué hacer si
se resfríaba Farías? Ese día llegó. No por enfermedad sino por mal desempeño. Y
ahora aparece el gran déficit de Independiente: no tener un recambio que
ilusione.
Fuente Infierno Rojo
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