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viernes, 15 de marzo de 2013

Independiente: superarse a sí mismo, antes que fijarse en otros




Los Rojos buscan cómo solucionar sus problemas para quedarse en Primera, sin zambullirse en alocadas comparaciones con sus rivales; justo viene Quilmes.

Por Francisco Schiavo 

 
Gallego quiere soluciones inmediatas ante Quilmes, un rival del que mucho habló Independiente | Emiliano Lasalvia - LA NACION

De tanto compararse con los demás, Independiente parece no haberse dado cuenta de su aspecto. Se concentra en los males ajenos, pero está demacrado y el contexto lo obliga a examinarse. La eterna búsqueda de adversarios directos en la lucha por la permanencia será una especie de consuelo mientras las cosas no le salen, pero no le alcanza; lo deja insatisfecho. Lo principal estará en aceptar que el gran adversario habita en su piel y viste su ropa.

No queda otra: Independiente tendrá que ganarle a Independiente para quedarse en primera.

Los Rojos no les sacan la vista a Quilmes, con el que se medirán mañana, en el estadio Centenario.

Tampoco a Atlético de Rafaela, Argentinos y San Lorenzo. 

Giran la cabeza sobre el hombro y, por si acaso, se fijan en San Martín, de San Juan, y en Unión, cuyas debacles les dieron aliento extra. Las cálculos los desesperan hasta que caen en la cuenta de que se acorta el tiempo.

Otro detalle: aún les falta jugar con todos los mencionados. Encuentra una señal de aliento en el fixture.

"Más allá de lo que suceda con Quilmes y Atlético de Rafaela, nosotros vamos a salir sí o sí de la zona baja. Es bueno que no compitamos con un solo equipo. Con que saquemos nuestros propios puntos vamos a estar bien." La frase del defensor Leonel Galeano abrió otra pregunta: ¿cómo podrá Independiente superarse a sí mismo?

Aquel cuyo nombre siempre estuvo ligado a los éxitos, ahora no los consigue. La campaña de Américo Gallego supo de pocos puntos altos desde el regreso. No aprovechó el envión de los tres éxitos seguidos en el torneo Inicial ni el repunte en el Final, con dos triunfos en fila, incluido el clásico con Racing (2-0). Tampoco se valió de la pretemporada, etapa en la que el Tolo supo afinar los equipos como violines. 

Fueron otros tiempos.

Las versiones menos contribuyen. Fue el mismo Tolo el que tuvo que aclarar que no pensaba en irse por los flojos resultados. Es más, el entrenador reconoció que ya le ofrecieron la extensión del contrato hasta el final del mandato de Javier Cantero (diciembre de 2014) y que, si quería, lo firmaba en estos días.

No lo hizo porque Independiente está en una completa espera.

Ninguno quiere decirlo, pero los temores aparecen dentro de los partidos. Cualquier situación desfavorable desequilibra las filas y la mente se pierde como un barrilete sin hilo. La defensa no se cierra y los goles no llegan, pese a la refrescante aparición del colombiano Juan Caicedo, que relegó a Ernesto Farías al banco de los suplentes.

Se piensa, se charla y se grita en el Libertadores de América, en Villa Dominico o en el predio de la AFA, en Ezeiza, un especie de refugio.

Las explicaciones ya no alcanzan.

"Nos hacen un gol y nos caemos. No podemos levantarnos por más que creamos muchísimas situaciones. La suerte tampoco nos acompaña", reconoció uno de los futbolistas. La fortuna que Independiente perdió en el terreno propio la recuperó en el ajeno. Por tal o cual circunstancia cayeron otros equipos comprometidos y los Rojos, si bien siguen en la zona del descenso, fecha tras fecha quedan más o menos acomodados para la siguiente.

La ansiedad tensa los músculos y las lesiones lo siguen teniendo a maltraer. Tanto que esperará hasta último momento a Daniel Montenegro, infaltable para el Tolo, y a Cristian Tula , que con dos goles de cabeza es el artillero. Y todo dicho. La sucesión de lastimados fue grande en el campeonato pasado y se repite en el actual.

Independiente precisa tranquilidad.

Fue un intento pacificador -si vale el término en medio del contexto- la decisión de Javier Cantero. El presidente dejó en stand-by la lucha contra la barra brava y no avanzó para que el fútbol no tuviera más preocupación que las tácticas y las estrategias.

Otra vez con los bombos y las banderas en Avellaneda, el resto del público, por ahora, mantiene la paciencia en los partidos, pese a algunos exabruptos puntuales. Es más, el sábado pasado aplaudió a los jugadores pese a la caída con Godoy Cruz por 1-0, en la que Independiente pegó tres pelotas en el palo.

No todo pasa por los rivales. Gallego había dicho que el partido contra Quilmes sería como la final de un Mundial. Pero Independiente juega esos partidos los lunes, los martes, los miércoles.

Con Tula y Montenegro

Aunque Daniel Montenegro participó en la práctica, todavía no está confirmada su presencia ante Quilmes por su distensión en el isquiotibial derecho. Independiente sí tendrá a Cristian Tula, recuperado de otra molestia muscular.

Más entradas

Tras una charla entre Javier Cantero y Aníbal Fernández, Quilmes le dio a Independiente 1000 generales más para el partido de mañana, que se venderán hoy, a las 9, en el estadio de Avellaneda, para aquellos socios con la cuota al día.



Fuente Cancha Llena

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