Por Rodrigo
Volpi
¿Cómo puede haberse olvidado de jugar un delantero como
Ernesto Farías?
¿Qué le pasó para bajar su nivel de una forma tan radical?
¿Cuántas situaciones de gol necesita para marcar?
¿Por qué demuestra semejante
desgano en los partidos mientras sus compañeros lo viven con fervor?
¿Cómo se
explica que tenga una falta de reacción tan evidente?
Esos son algunos de los interrogantes que se hacen día
a día muchos hinchas de Independiente.
El “Tecla” tiene pergaminos imposibles
de borrar que avalan su categoría como goleador en el fútbol argentino, de eso
no hay dudas.
Sin embargo, su nivel fue de mayor a menor en el año y dos meses
que lleva con la camiseta del “Rojo”.
En su primer semestre, era de los pocos
que mostraban vergüenza deportiva.
De hecho, casi sin situaciones de gol
claras, se las ingenió para marcar 7 goles en el Clausura 2012.
En junio del año pasado todo cambió. El equipo empezó a
jugar, con errores y aciertos, para él.
Sus “casi goles” comenzaron a ser
noticia en todos los diarios.
Si bien marcó 5 goles en el Torneo Inicial y 1 en
la Copa Sudamericana, las situaciones de gol despilfarradas casi duplicaron las
concretadas.
Y el problema ya no era sólo ese.
Su liviandad a la hora de jugar,
salvo excepciones como los partidos ante Unión y River, empezó a irritar a los
hinchas.
La última vez que convirtió un gol, fue a los 18
minutos del segundo tiempo en la última fecha del Torneo Inicial ante Colón.
Desde ese día, pasaron 475 minutos (no jugó con Tigre y se fue reemplazado en 2
de los 4 encuentros del Torneo Final) y todavía no ha logrado marcar otra vez.
Dentro de ese tiempo se encuentra, por ejemplo, el penal grosero que erró ante
Newell’s o la clarísima oportunidad que tuvo contra Arsenal.
Pero como
quedó bien marcado en el párrafo anterior, su paupérrimo nivel actual no sólo
pasa por no convertir. El delantero es inexpresivo y parece un ente en la
cancha. Su lentitud y falta de reacción en las jugadas son alarmantes. No logra
pivotear y los defensores rivales siempre lo anticipan. Además, tampoco se
genera los espacios por voluntad propia.
Juan Fernando Caicedo asoma hoy como el mayor aspirante
a tomar el puesto que ocupa el “Tecla”.
Américo Gallego deberá decidir si
prefiere seguir con la banca al actual delantero titular o sentarlo en el banco
para forzar una reacción.
Hoy la segunda opción está más cerca de la realidad.
Sólo Farías sabe en su interior cuál es la razón de su bajísimo rendimiento.
Las condiciones las tiene, pero Independiente no tiene tiempo.
Érase una vez un
9. ¿Volverá a serlo?
Fuente LxR
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