Quilmes recibirá a un Independiente en situación
comprometida, a las 20.15; Montenegro, descartado en los Rojos
El Tolo ante otra final - Archivo
Demasiado temprano como para jugar una final, aunque la
angustiante tabla de los promedios determinó que el encuentro que disputarán,
desde las 20.15, Quilmes e Independiente, por la 6a. fecha del torneo, ofrezca
características de esa clase.
De los partidos precedidos con tamaña carga
anímica es imposible salir de la misma manera de la que se entró, aunque el
resultado condicionará en mayor medida a los Rojos: un éxito los oxigenará,
alimentará el espíritu alicaído después de dos derrotas, aunque el envión de
puntos no será suficiente para dejar los puestos de descenso, que comparte con
Unión y San Martín, de San Juan.
Menos traumático para el presente, pero herido
con miras al futuro quedará Quilmes si tropieza: un revés lo dejará en una
posición incómoda, acosado por la tabla de los promedios.
Tres partidos atrás, el clásico de Avellaneda asomó
como la plataforma de lanzamiento para Independiente. Pero aquella victoria no
provocó el despegue y se sucedieron las caídas con Arsenal y Godoy Cruz, que
devolvieron la preocupación y los temores.
La situación perturbadora es todavía
más estresante para un club que en sus más de 100 años de historia estuvo
siempre ligado a las emotivas conquistas; ahora, en cambio, no encuentra las
fórmulas para escapar de la compleja realidad.
En ese sentido, Quilmes tiene
experiencia en jugar con esa presión y angustia que genera hacer cuentas con la
tabla de los promedios como objetivo.
La confusión que envuelve a Independiente desorienta al
técnico, y el Tolo Gallego, después de sentenciar en el vestuario de Arsenal
que el partido con Quilmes era "la final de un Mundial", en los
últimos días dio marcha atrás con su declaración, con el propósito de
descomprimir el ambiente.
El aturdimiento en los Rojos creció y Gallego debió modificar
la planificación y los nombres idealizados para ejecutar los movimientos. El
Tolo imaginó que dispondría de Montenegro, pero el Rolfi se sometió a pruebas
-se recupera de una distensión en el isquiotibial derecho- y fue descartado;
Víctor Zapata, indultado por el DT, ocupará un lugar entre los suplentes. Así,
la vuelta de Tula -lesionado- y las confirmaciones de Leguizamón y Caicedo como
piezas de ataque aparecen como las novedades.
Enfrente, Quilmes tuvo todo más
claro: Pablo Mattos reemplazará a Juan Manuel Cobos, que llegó al límite de
amonestaciones.
Trece partidos quedarán por delante, aunque las
circunstancias marcan que Independiente y Quilmes jugarán un encuentro que
dejará una huella para afrontar lo que se vendrá.
Fuente Cancha Llena
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