Loquillo Rodríguez tiene derecho de admisión. Fue
igual.
El Gordo Richard está con prohibición judicial.
Gustavo Grabia Ggrabia@ole.com.ar
Loquillo, capo de la barra Roja, quiso volver en La
Feliz junto con el Gordo Richard.
La Policía los echó.
No aprenden más.
Llevan el gen de la violencia en la
sangre y no se van a dar por vencidos así nomás. César Loquillo Rodríguez
heredó el año pasado el trono de la barra brava de Independiente de manos de
Bebote Alvarez. Lo pusieron en el derecho de admisión y en una pelea con un
sector de los trapitos por la recaudación del día del partido con Quilmes, el
11/9/12, recibió un balazo a centímetros del corazón y estuvo internado en
terapia intensiva más de dos meses, hasta que recibió el alta antes que termine
el 2012.
Con toda la primera línea en la lista de los
prohibidos, el poder en la tribuna del Libertadores de América pasó a manos de
Ricardo Pavón, alias el Gordo Richard, quien contrató un grupo de barras de la
Isla Maciel para hacer lío y parar el partido contra Belgrano de Córdoba, por
el torneo Inicial, el 14/11/12. Logró su cometido pero la Justicia actuó
rápido: lo detuvieron y 12 días después fue condenado a 30 días de prisión y 26
partidos de prohibición de concurrencia a los estadios.
Pues bien, el sábado contra River ambos estuvieron en
Mar del Plata intentando ingresar para mostrarse en una tribuna que ahora tiene
paz.
Pero sus rostros ya son conocidos para la Bonaerense: por orden de la
Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte que dirige Luis Morales,
los detuvieron en la puerta y les aplicaron el derecho de admisión, por lo que
debieron pegar la vuelta.
De cualquier manera, el intento puso en alerta a la
gente de la agencia de seguridad deportiva de la Provincia. Porque mañana se
viene el clásico y suponen que no sólo los dos barras rechazados intentarán
ingresar camuflados, sino que también podrían hacerlo otros que están en la
lista del derecho de admisión confeccionada por Independiente el año pasado.
Por eso se montará un gran operativo que incluirá otra vez la toma de huellas
digitales y habrá una vigilancia especial en los ingresos a la ciudad, tanto
desde la ruta 11 como la autopista 2. Porque está visto que los violentos no se
dan por vencidos y que la batalla por la paz Roja, sigue alerta y en pie.
Fuente Olé
Nota de rrrojo: ¿No sería menos complicado citarlos dos horas antes del partido a la seccional más próxima a sus domicilios y demorarlos?
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