El Rolfi no ve la hora de jugar. Queda poco...
Por Debora D’amato
Montenegro se calza este jueves la camiseta emblemática
y así inicia su cuarto ciclo, justo en un clásico.
Llegó el gran día.
Daniel Montenegro inicia su cuarto
ciclo en Independiente y lo hace en el “amistoso” de este jueves contra Racing.
El Rolfi se calza la número 10 y así le da comienzo a ésta nueva etapa nada
menos que contra el eterno rival del barrio, ese al que cada vez que tuvo que
enfrentar con la del Rojo, se dio el gusto de brillar o de hacerle goles.
“Jugar contra Racing vale mucho. Todos queremos
jugar estos partidos, siempre. Entrar y saber lo que tenemos, agarrar
confianza. Todo eso importantísimo. La gente se tiene que contagiar de las
ganas nuestras. Hay muchas cosas que se perdieron el semestre pasado y que hay
que recuperarlas. Es un buen momento de empezar”, aseguró el Rolfi y luego
agregó: “Volver a sentir la sensación de jugar un clásico, así sea en una Copa
de verano, es genial. No veo la hora de que empiece el partido”.
En el inicio de la semana trascendió que los dirigentes
de Independiente le habían pedido al Tolo que no arriesgue los potenciales
titulares del Torneo Final en este partido. Es sabido que el Rojo enfrenta la
etapa más difícil de su historia futbolística intentando eludir la zona de
descenso y nadie quiere dar un sólo paso en falso.
Sin embargo, quienes conocen
a Gallego, saben que se le puede sugerir pero jamás imponer: él toma las
decisiones sobre su equipo.
Por eso, más allá del debut de Leonel Miranda y Sergio
Ojeda (ver página 13) el entrenador mete hoy a varios de los soldados que lo
ayudarán en la batalla contra el descenso durante el año.
“Al Rolfi lo veo
igual que en el 2002. El otro día le dije que quería volver a abrazarlo como
aquella vez. Motiva, contagia, tiene gambeta y la pasa redonda”, le afirmó el
Tolo a Olé.
Y lo cierto es que en la temporada pasada, el plantel del Rojo se
veía complicado para generar fútbol hasta en las prácticas y los goles llegaban
en cuentagotas. Por eso, el profe Olivera decidió que los jugadores trabajen
desde el primer día con la pelota y, esa decisión, consensuada con el Tolo, dio
sus frutos porque en Pilar llovieron goles del Rolfi y de dos que se vieron
favorecidos con su juego: Leguizamón y Farías.
En el mismo día del partido, el Rolfi se reencuentra
con los hinchas, claro. Esos que lo esperan con los brazos abiertos y que le
agradecen su regreso en este momento tan duro.
El Tolo fue quién lo llamó, en
reiteradas oportunidades, en pleno Torneo Inicial y el 10 fue quien, de
inmediato, se puso a disposición para que las negociaciones con los dirigentes
lleguen a buen puerto. Ahora, mientras se espera que el segundo refuerzo sea un
hecho, el Rolfi espera plasmar contra Racing lo que vienen haciendo en las
prácticas.
Llegó el 10-M, llegó la hora de la verdad.
Fuente Olé
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