lunes, 3 de diciembre de 2012

Sin respuestas: El silencio dominó la escena tras otra derrota.




Ni el DT, que se fue expulsado, ni los jugadores de Independiente hablaron al término del partido; clima hostil al final

Por Emmanuel Dobarro

 
Gallego gesticula ante el juez; después no habló.. Foto: M. Alfieri.


Nada cambió en el clima interno de Independiente y si lo hizo, fue para peor. No porque los ánimos se hayan caldeado sobremanera esta vez, sino porque definitivamente el norte no aparece para el equipo de Américo Gallego.

La derrota de anoche frente a San Lorenzo golpeó duramente en el espíritu rojo por tratarse de un rival directo en esa cruel batalla para la cual este equipo aún parece no estar preparado.

Superado por las situaciones, Gallego dijo hace unos días que ya no sabía que hacer para ganar un partido ni cómo plantear una situación diferente para sorprender al rival de turno. Y se recurre a palabras "viejas" del DT porque ayer se fue del Nuevo Gasómetro sin hablar con la prensa. Cosa extraña, porque en los últimos partidos el entrenador fue quien sacó la cara por sus jugadores, lo que parte de los hinchas le reconoció con una bandera en Villa Domínico. Pero evidentemente, esta vez no quería decir algo o, lo que es peor, no tenía nada para decir.

Tanto él como sus futbolistas se retiraron sin hablar y después, la imagen del DT en el ómnibus, con la mirada perdida en la noche del Bajo Flores, dio toda la sensación de estar buscando respuestas en un horizonte que lejos está de presentársele diáfano, máxime habiendo cosechado solamente dos puntos en los últimos seis partidos (empates con San Martín y River), período en el que además de cuatro derrotas (Lanús, Belgrano, Estudiantes y San Lorenzo), apenas pudo marcar cuatro goles. El tema del silencio parece ir más allá, si uno se guía por un rumor que circuló en los pasillos del estadio: que el conductor de los Rojos no volvería a hablar con los periodistas esta semana.

Los hinchas de Independiente parecieron entender en el arranque del partido aquella consigna que salió de boca de Gallego: alentar sin reproches ni insultos, para no condicionar la tarea de algunos jugadores a los cuales las agresiones verbales los afectan y mucho.

Y se alentó. Pero es sabido: los resultados mandan y la paciencia se agota. Muchos se enojaron con Gallego cuando se fue expulsado. El DT se movió varias veces impaciente en el área reservada a los entrenadores delante del banco de suplentes y otras veces fue a sentarse reclamando y le "cedió" su puesto a su ayudante de campo, Enrique Borrelli. 

Pero en un momento, aparentemente el Tolo lanzó un insulto (al aire o a alguien en particular) y fue escuchado por el cuarto árbitro, quien le informó a Diego Ceballos. Éste se acercó al banco y tras una breve discusión, expulsó al técnico.

El clima ya no era el mejor. Pero por aquello de alentar en los malos momentos, el empuje desde las tribunas siguió. 

Hasta que se revirtió el resultado, claro. Demasiada tensión junta, en medio de números que no les cierran a los parciales del conjunto de Avellaneda.

Sin desmanes ni violencia ni cánticos excesivamente agresivos ni intentos de descontrol, pero el clima fue decididamente otro.

Una silbatina general despidió al equipo y después no se registraron incidentes, ayudado esta vez el plantel por situarse el ómnibus en un lugar al que no tienen acceso los hinchas visitantes. Así, terminó otra jornada improductiva, de respuestas nulas. Adentro y afuera de la cancha.

Sin actividad hoy: El plantel de Independiente, con la conducción de Gallego, volverá a la actividad mañana, en las instalaciones que el club posee en Villa Domínico, con miras al partido ante Colón.


Fuente La Nación

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.