Por Carlos Maidana
Apenas 15 puntos en 17 fechas, el equipo con menos
poder ofensivo. Américo Gallego dice que ya no sabe como hacer ganar a Independiente
y parece que es cierto.
Ante San Lorenzo, en un partido decisivo, volvieron a
mostrar una imagen tétrica, pálida, sin alma.
Del armado del plantel, de la planificación del
semestre, de las decisiones futbolísticas, no diré más que está a las claras
que se ha fallado y mucho. Pero aún así, los que tienen que salir a la cancha,
los que deben salvar las ropas, así más no sea por el propio orgullo, no han
respondido en lo más mínimo.
Sépanlo, jugadores, que su presente es insostenible
bajo todo punto de vista.
En lo que va
del año, perdieron 17 partidos de 36, un asco.
Se arrastran en el campo
de juego y no parece importarles la situación, o no entienden en que Club están
jugando, lo cual aún no termino de definir si es peor.
Han pedido apoyo, aliento. Lo tuvieron en todo momento
y aún así siguen asomándose cada vez más al precipicio sin mostrar ni un poco
de vértigo.
Aburrieron de tanto hablar de finales, de compromiso, del lugar en
el que tiene y merece estar Independiente, mientras nos hundieron en este pozo
con cada punto perdido.
Por eso, jugadores, celebro su silencio.
El mismo que
muestran en la cancha, en cada partido.
Allí es donde tienen que hablar,
mostrar hombría, rebeldía, pero hasta ahora seguimos esperando que lo hagan.
Han sido palabras vacías de todo y llenas de la nada absoluta, tal cual lo son
como equipo.
Sólo les pido una cosa en lo que queda.
El que no
quiera estar más, el que tenga miedo, el que no tenga el coraje de bancarse
incluso el peor final, que se vaya.
Pero si lo van a hacer, sáquense ya la
camiseta y no se la vuelvan a poner en su vida, porque les queda gigante.
Tan
grande como este Club, del cual nunca tomaron conciencia y al que están
mandando al descenso.
Fuente Infierno Rojo
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