La Argentina cierra el año con el demorado capítulo
ante Brasil
Tras la suspensión por el corte de luz en Chaco, hoy, a
las 21, en la Bombonera, se jugará el desquite tras el 2-1 del equipo dirigido
por Menezes; con Montillo, el equipo tendrá un perfil algo más ofensivo
Hoy se verán otra vez: Paulinho y Barcos, que descendió
con Palmeiras - AFP
Hay poco para explicar cuando están frente a frente una
camiseta celeste y blanca y otra amarilla y verde. Presentado como el
Superclásico de las Américas, la Argentina y Brasil pondrán en juego hoy, a las
21, en la Bombonera, un trofeo que tendrá más sazón por el orgullo que por la
repercusión en el futuro. Será el desquite de aquel triunfo de los brasileños
por 2-1, en Goiás, en septiembre pasado. Se verá como una reprogramación
después del desencanto en Resistencia, donde un corte de luz postergó al
fútbol, a comienzos de octubre. Nunca habrá que despreciar, entonces, un mano a
mano entre los más poderosos de América del Sur.
El seleccionado argentino no entregó demasiadas
certezas respecto de la formación. La novedad estuvo entre los concentrados,
con la inclusión de Leonardo Ponzio, de River, en lugar de Rodrigo Braña, de
Estudiantes, desafectado por una sobrecarga muscular (también quedó al margen
Clemente). Sin embargo, se deduce que Ponzio no estaría en una alineación en la
que se destacan los futbolistas que actúan en Brasil: Guiñazú, Montillo, Barcos
y el Burrito Martínez.
La Argentina tratará de cerrar un buen año en lo que se
refiere a los resultados. Con la salvedad, claro, de que no estará el
"equipo absoluto", como la AFA define al conjunto que disputa las
eliminatorias, con Lionel Messi a la cabeza. Si hasta, incluso, parece una
versión un tanto desmejorada del primer encuentro. Es uno de los motivos por
los que, según trascendió, Sabella no está conforme con estos enfrentamientos.
El seleccionado celeste y blanco cargará la obligación por encontrarse abajo en
el resultado. Tendrá que ganar, y si lo hace por sólo un gol de diferencia,
habrá definición por penales. Eso sí: se intuye un equipo que, primero, tratará
de cerrar los caminos, con una defensa de cinco jugadores, que, según las
circunstancias, sumará los laterales al medio campo. El DT argentino repasó el
potencial de ambos y actuó en consecuencia.
Brasil, aún con el entrenador Mano Menezes, en la mira
de los hinchas, también apostará por los circuitos armados para minimizar los
riesgos. De la probable formación se intuye la presencia de cinco jugadores de
Fluminense, campeón con tres fechas de anticipación, los marcadores centrales
de Atlético Mineiro y la columna de Corinthians, los volantes internos, en
busca de un mínimo orden ante el poco tiempo de trabajo. En la delantera
relucirá la presencia de Neymar, tan desequilibrante en el juego como en las
estrategias de marketing.
Un partido en la Bombonera, después de casi 15 años
El seleccionado definirá el Superclásico de las
Américas en la cancha de Boca, un escenario que no pisa desde hace poco más de
15 años. El último partido que el seleccionado celeste y blanco jugó en la
Bombonera fue el 16 de noviembre de 1997, por las eliminatorias para el Mundial
de Francia 1998. Ese día, el conjunto por entonces dirigido por Daniel
Passarella igualó 1-1 con Colombia. Carlos Valderrama abrió la cuenta para los
visitantes y empató Fernando Cáceres. Hubo otro dato saliente en aquella
ocasión: Juan Román Riquelme debutó en el seleccionado mayor.
Frustrado el desquite en Resistencia, el encuentro en
La Boca llega en un período en el que el seleccionado argentino salió varias
veces del Monumental por las eliminatorias y se paseó por el Interior, en una
política que la AFA podría extender en el futuro.
Fuente Cancha Llena
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